Seguridad | 11/06/2020 02:19:00 p. m. | Manuel Aceves
Culiacán, Sin.- Por “pequeños errores”, Irma Edith estuvo enterrada durante 8 años en una fosa común de Culiacán, mientras su familia la buscaba, reprochó María Isabel Cruz Bernal, quien hace especial hincapié en esa expresión: “pequeños errores”.
“Pequeños errores” que no lo son, pues es testigo de que costaron lagrimas, angustia y mucho sufrimiento para sus seres queridos, costaron desvelos, depresiones y esa rabia contra lo incierto que a decir de Cruz Bernal, anida en el pecho de quienes tienen un familiar desaparecido.
La líder del colectivo de búsqueda Sabuesos Guerreras A. C. relató a Luz Noticias que, así, con la expresión “pequeños errores”, es como las autoridades de la Fiscalía General del Estado intentaron nombrar a lo que en realidad es una grave equivocación en cuanto a pruebas de ADN se refiere.
Detalló que esto representó 8 largos años de espera para los seres queridos de Irma Edith, que la buscaron sin descanso desde abril de 2012 cuando la joven desapareció en el municipio de Navolato, donde trabajaba como mesera.
Cruz Bernal detalló que el día de su desaparición había salido con una amiga, quien también fue reportada desaparecida y cuyo cadáver fue encontrado semienterrado en las playas de El Tambor, Navolato, el 9 de octubre de 2012.
Indicó que, a metros de distancia, ese día, localizaron a un hombre y a Irma Edith, pero, a pesar de las sospechas, no fue identificada en ese momento y su cuerpo terminó en el Servicio Médico Forense y después en la fosa común.
En el ínter, se fueron sumando los errores humanos y la burocracia que junto a la falta de voluntad, terminaron haciendo de las suyas.
“Sacaron el cuerpo y le hicieron la confronta y pues salió negativo, ellas (hermana y familiares) pidieron otra segunda prueba y pues igual, salió negativa, ella seguía buscando la manera de que le hicieran caso, decía que era su hermana la que estaba ahí, sin embargo la tiraron a loca”.
“Ella llega Sabuesos Guerreras en el 2018, me cuenta su caso y empezamos sus revisiones, ahí me percato que los “pequeños errores” como ellos dicen, era que la primer confronta se había hecho con el cuerpo de un hombre y la segunda confronta con un cuerpo equivocado, entonces sus “pequeños errores”, nos llevamos a pedir y exigir la exhumación del cuerpo que ella pedía, de quien decía que era su hermana”, destacó.
Las primeras pruebas se realizaron, una de ellas el 27 de marzo de 2013 y la otra el 9 de diciembre del mismo año; sin embargo, fue 8 años más tarde, el pasado 28 de octubre de 2020, cuando finalmente pudo ser identificada.
En esta ocasión, las muestras fueron analizadas en el laboratorio especializado en genética forense propiedad de la Fiscalía de Sinaloa, el cual se encuentra equipado con la tecnología más avanzada.
El cuerpo de la joven estuvo en un limbo, en un terreno enmontado y bajo un arroyo, donde a decir de Maria Isabel Cruz Bernal, no se conoce el término dignidad.
“Es un área enmontada, a la orilla de un arroyo y prácticamente los cuerpos están enterrados bajo el agua, porque así sacamos a Edith, llena de agua, la bolsa negra donde estaba, estaba totalmente en el agua, o sea, la dignificación humana pues no la hay, ni en eso tienen derecho los N.N, de tenerlos en un lugar digno de pérdida”, expuso.
Cruz Bernal indicó que la fosa donde estaba Irma Edith es un terreno de 20 metros por 20, donde hay más de 600 cuerpos de otras personas que no han sido identificadas.
La Fiscalía General del Estado de Sinaloa tiene un registro de mil 217 cadáveres y osamentas sin identificar, de acuerdo al análisis realizado en el Servicio Médico Forense.
Actualmente, en las áreas del Servicio Médico Forense del Estado se reciben en promedio 20 cadáveres y osamentas a la semana.
Del 2006 y hasta el 30 de septiembre de 2020 se tiene un acumulado en la base de datos de mil 217 cadáveres y osamentas sin identificar, de los cuáles 880 corresponden a cadáveres y 337 osamentas.