El cuerpo de Carlitos ya está con su familia

Sinaloa | 12/09/2020 10:00:00 a. m. | Manuel Aceves

Le buscaban desde el 2014 y después de tantos años su madre pudo rezar frente a él.

Culiacán, Sin.- Una gran interrogante atormentó a la señora Sandra Guadalupe, durante 6 años: desde el 2014 se preguntaba por el paradero de su hijo, pero hoy finalmente Carlitos ha vuelto a casa.

De la mano del colectivo de búsqueda “Nuestros Desaparecidos de Navolato A.C.”, que encabeza Isela Ramírez, se logró avanzar en las investigaciones y finalmente la noche del martes 8 de diciembre el Servicio Médico Forense, entregó el cuerpo del joven. 

Carlos desapareció el 13 de septiembre de 2014, fue encontrado sin vida por las autoridades 4 años más tarde, pero fue en semanas recientes cuando el colectivo en mención y autoridades investigadoras, detectaron que su cuerpo estaba en una fosa común del SEMEFO. 

Los restos del joven llegaron la noche del martes al Campo El Chamizal en Navolato, donde ya eran esperados por familiares, amigos y vecinos de la comunidad, quienes participaron en este reencuentro que si bien no era el esperado, por lo menos le da un poco de paz al alma, reconoció la señora Sandra.  

“Gracias a Dios vamos a velar a mi hijo, a darle cristiana sepultura, estamos contentos aunque no es la manera en la que esperábamos encontrar a mi hijo, nosotros esperábamos encontrarlo con vida pero lamentablemente los  hechos no fueron así, por fin acaba esa incertidumbre de ¿Qué le pasó? ¿Dónde pasó? ¿Qué le pasó?, me siento muy agradecida con la licenciada Isela Ramírez que ella tocó muchas puertas, muchos corazones para que nos brindaran toda la atención, gracias a Dios todo se agilizó más pronto”, relató la señora. 

Isela Ramírez, líder del colectivo, acompañó a la familia en este proceso, al igual que la señora Sandra Guadalupe ella también espera encontrar a su hermano a quien busca desde hace 9 años. 

Expresó que la desaparición de un familiar es un golpe duro que cambia radicalmente la vida de los familiares y amigos, razón que les da fuerza para escarbar, para picar la tierra y no perder la esperanza.

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