Deportes | 02/22/2021 01:20:00 p. m. | Fabricio Urías
Navolato, Sin.- Del brazo de Jorge Zamora, y apoyados por cuadrangular del veterano Eloy Marentes, así como de tercia de imparables de Brian Luna, los Piratas de La Palma conquistaron el bicampeonato de la temporada 2020-2021 de la Liga de Beisbol Regional Ejidal del municipio cañero, luego de vencer a los Diablos Rojos de Bachimeto, por marcador de 9 carreras por 2.
Esta serie ya se ha convertido todo un clásico dentro del circuito local, pues en los últimos 10 años se han enfrentado en 6 ocasiones, al grado de tomar el mote de "Clásico Costeño".
Con este campeonato el equipo bucanero suma su vigésima corona en la historia del circuito y la octava bajo el mando de su actual mánager Pepe Burgueño, hombre que ha sido el artífice de construir una de las franquicias más sólidas dentro de la pelota en el vecino municipio de Navolato.
En el desarrollo del juego , "El Japo" Zamora simplemente fue amo y señor del juego. Sólo 4 hits admitió en 8 fabulosas entradas. Salió para la novena, pero ya su brazo evidenció agotamiento y tuvo que abandonar tras ligar pasaportes y recibir doblete remolcador de Jorge Castillo sin outs de por medio. Llegó en su relevo Mario Rochín para terminar la faena.
Perdió Castillo con relevos de Alfonso Ramírez y Kevin Plata.
Los multicampeones hicieron un par en la baja del segundo inning con sencillo productor de Luna, y base por bolas a Ulises Rochín.
El juego se “abrió” a 5-0 con un episodio de drama en la quinta tanda: con dos hombres a bordo, Zami Romo dio sencillo al jardín izquierdo cuyo patrullero Isidro Garibaldi , al hacer por la esférica, “clavó” su pie en un maldito espacio agreste del outfield y sufrió terrible lesión mientras la pelota se iba hasta la barda y los corredores, incluido el bateador, le daban la vuelta al cuadro.
Garibaldi recibió los primeros auxilios en el césped gracias al apoyo de un médico que presenciaba el juego, y posteriormente llevado a una clínica para someterse a estudios.
Tres más en la séptima en que, 3 segundos después de que el reportero preguntara a Pedro Tapia si Marentes aún era efectivo con el madero, éste la parqueó por todo el jardín derecho.
“Pudieran ser mis últimos batazos, ya estoy cansado y prefiero darle la oportunidad a los muchachos que tenemos. Mi hijo no quiere, pero ya tengo 41 años, ya no es la misma”, dijo al homenajeado del torneo por ahí del octavo inning.
Imparables de Luis Rochín y Luna pusieron, en la misma entrada, 8-0 la pizarra, y 9-0 en la octava en los spikes de Ulises Rochín (recibió 3 pasaportes).