Sinaloa | 05/21/2021 02:54:00 p. m. | Teresita Rodríguez
Mazatlán, Sin.- Iniciada la temporada de huracanes, patrones de embarcaciones camaroneras añaden la falta de refugios pesqueros a las debilidades que enfrenta la flota de Mazatlán, que quedaría destrozada casi en su totalidad de presentarse un fenómeno como fue Elisa o el Olivia en los años 70´s.
Jesús Eladio Rojo Bojórquez, capitán del barco Riguito, apuntó como zona de resguardo para los camaroneros el área de las Malvinas y la Isla de Soto, una pegada al muelle y la otra a un costado del canal de navegación, con el inconveniente de que éstas solo tienen cabida para un reducido número de embarcaciones, mientras que el resto, que representan más de la mitad de la flota, queda amarrada al muelle con riesgo ser embestida por los fuertes vientos debido a la cercanía entre una y otra nave.
“En si no hay ningún refugio para la flota camaronera en cual pueda protegerse al 100 por ciento, hay un refugio como le digo que es las Malvinas, pero no es que vayan y que se refugien los barcos, sino los que están ahí, que tienen sus muelles, sus propiedades y la otra es la isla de soto, pero tampoco cabemos todos allí, ni tampoco es un refugio al 100 por ciento que nos proteja”, señaló.
Gregorio Soberanes Cuadras, con sus años de experiencia como patrón de un barco camaronero, comentó que ante la falta de refugios en el litoral sinaloense ha tratado de sacarle la vuelta a los fenómenos meteorológicos, y solo se resguarda en muelle cuando ya no le queda otra salida más que amarrarla y estar pendiente para saltar en caso de ser necesario para salvar la vida.
“Si pudo sacarle la vuelta se lo saco es un fracaso aquí que caiga un huracán con todos esos barcos hechos bola, se despedazan, ya Guaymas ya tiene, Puerto Peñasco, con Guaymas es buen refugio porque hay rincones, está zona de aquí del Perigüete era muy buena para refugios nada más que era peligroso porque es seco, Topolobampo no es garantía para nada”
La temporada de huracanes en el pacifico mexicano para este año se contempla del 15 de mayo al 30 de noviembre, periodo en el cual los pescadores, una vez iniciada la zafra camaronera, están muy pendientes de los reportes meteorológicos y comunicados entre sí para tomar decisiones al momento de formarse un fenómeno que represente riesgo en el mar, pero también en muelle al no ser estos un refugio que garantice la seguridad de la flota.