Deportes | 07/27/2021 06:40:00 a. m. | Mario García Madrid
Tokio, Japón.- A su 43 años, el mexicano Óscar Salazar ha alcanzado la gloria olímpica como atleta, y ahora como entrenador en Tokio 2020.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 subió al podio para recibir la medalla de plata en la categoría -58kg de Taekwondo, al lado de su hermana Iridia (hoy en día participante del Exatlon México), quien consiguó el bronce.
El capitalino emprendió un sueño al norte de Africa, pasando por el mar Mediterráneo, hasta desembarcar en Egipto y cristalizar con muchos años de esfuerzo y sacrificio una travesía que hasta ahora ningún latinoamericano ha alcanzado: el podio como atleta y entrenador.
En su faceta como entratega de la Selección Nacional de Egipto (con la que trabaja desde hace varios años, debido a diferencias con quienes conducen el arte marcial coreano en México), Salazar alcanzó el Olimpio luego de que los competidores Hedaya Malak y Seug Eissa obtuvieron las medallas de bronce en la presente justa olímpica.
El estratega es un caso de éxito de mexicanos en el extranjero, en una crisis del Taewondo nacional que no tiene presedentes.
Con la ausencia de su más alto referente –la sinaloense María del Rosario Espinoza–, la disciplina que tanta gloria le ha dado a México, se ha quedado sin medallas en Tokio 2020, luego de prematura eliminación de Briseida Acosta y Carlos Sansores.
Un hecho desolador, pues es la primera ocasión en la historia de dicha disciplina en Juegos Olímpicos, que México se queda sin opción de medallas.