Sinaloa | 11/30/2021 05:00:00 p. m. | Alexis Morales
El «Diablo» tiene su propia cueva en Mazatlán; sin embargo, casi nadie le tiene miedo por lo que es es uno de los principales atractivos turísticos del destino.
Pero, ¿por qué en Mazatlán hay una «Cueva del Diablo» y por qué se llama así?
El cronista de la ciudad, Enrique Vega Ayala, explica que hay varias razones y mitos sobre este lugar:
«El nombre viene de tradición oral. La gente así le empezó a nombrar y así la mencionan, se oficializó cuando la cerraron y le pusieron "El Diablo" como símbolo en la entrada, pero popularmente así se lo conocía.
La versión más extendida es que se aparecía el diablo, ese es el aspecto central. Pero esa aparición del diablo muy probablemente tenía que ver con la necesidad de su tiempo, de evitar que los plebes vagos - como decíamos no hace mucho - anduvieran haciendo vagancias por acá, entonces era para asustar a la gente y que no vinieran para acá», explicó.
Otra de las razones es el olor a azufre que se relaciona con el diablo. Y es que aunque hoy ya no huele así, durante el siglo pasado se decía que sí, pues en este lugar se guardaba la dinamita que se usaba para demoler el Cerro de la Nevería cuando apenas se iba a formar lo que hoy conocemos como el Paseo Claussen.
«Entonces el olor a azufre, el olor a pólvora, pues seguramente contribuyó a que efectivamente el 'olor infernal' ayudará a que el nombre se conservara y se difundiera con mayor popularidad», sostuvo.
Esta cueva antes estaba «libre», dijo el Cronista, quien detalló que «la reja es reciente, prácticamente de este siglo, antes había acceso totalmente abierto y pues se usaba para cuestiones poco adecuadas».
Uno de los mitos que la rodean es que es tan profunda que conecta con la Capilla de San José, que está del otro lado del Cerro, esto como un camino para que las hijas de las familias adineradas de esa época pudieran salir durante las batallas de los tiempos revolucionarios.
Sin embargo, se sabe que la cueva no mide más de 15 metros de profunidad. Esto lo reafirma el touroperador César Octavio Berumen.
«Otro mito es que tiene una profundidad muy larga, que la conectan con la Capilla de San José, cosa que pues no, ya lo comprobamos, no es verdad, no existe... No mide más de 10 metros de profundidad con un requiebre a la derecha de 3 metros.
Uno más es que está conectado hasta Catedral… otro más es que ahí se hacian ritos satánicos, que por eso le llaman la Cueva del Diablo, pero son puros mitos», enfatizó.
Lo que empezó siendo una leyenda para asustar a la gente para que no se acercaran a la cueva, terminó siendo uno de los lugares favoritos para tomarse la foto en Mazatlán, pues además, cerca de esta cueva se ubican Olas Altas, el Clavadista y El Malecón.
Y tú ¿qué era lo que ya sabías sobre la Cueva del Diablo?