Seguridad | 05/27/2022 06:16:00 p. m. | Ernesto Torres
Javier «N» fue sentenciado a pasar 22 años de prisión por el delito de homicidio calificado con ventaja y traición con el propósito de robo, acusado de privar de la vida a un joven la noche del 14 de abril de 2021 en la colonia Scally de Los Mochis.
En audiencia celebrada en el Centro de Justicia Penal y Oral zona norte, de Goros II, Ahome, el Juez de Control le dictó sentencia Javier «N», quien se encontraba en prisión preventiva desde el pasado 27 de noviembre de 2021, luego de la audiencia inicial el 22 de octubre, cuando fue vinculado a proceso.
Lo anterior derivado de la carpeta de investigación 135/2021 iniciada por el Ministerio Público tras el homicidio del joven Manuel de Jesús Agüero Leyva, de 23 años, originario de Las Grullas Margen Derecha, sindicatura Higuera de Zaragoza, Ahome, y quien tenía su domicilio temporal en un departamento ubicado sobre la calle Heriberto Valdez, entre Río Sinaloa y Río San Lorenzo, en la colonia Scally.
Antecedentes
La audiencia inicial se celebró el pasado 22 de octubre, luego que trajeron al ahora sentenciado desde la frontera, toda vez que fue detenido por la Interpol al cruzar de Tijuana, Baja California, a los Estados Unidos, por una de las garitas, donde fue detectado a través de una notificación roja que alertó a los servicios policiales.
Posteriormente, Javier «N» fue entregado a los elementos de la Unidad Especializada en Aprensiones (UNESA) de la Fiscalía de Sinaloa, quienes lo trasladaron al Cecjude para iniciar el proceso penal.
Ese mismo día inició la audiencia sobre la causa penal 135/2021, de la que hoy se dio sentencia, a las 15:22 horas, en presencia de la madre y de la asesora de la víctima, dos Ministerios Públicos de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Sinaloa, así como Javier «N» y su abogada.
En el desarrollo de la audiencia, el Ministerio Público de la Fiscalía expuso de nuevo los detalles sobre cómo ocurrió el hecho violento donde privaron de la vida a Manuel de Jesús Agüero Leyva.
Detallaron que a las 22:30 horas del pasado 14 de abril de 2021, el ahora sentenciado, Javier «N», del fraccionamiento Aurora de Los Mochis, llegó al departamento de la víctima con el fin de sostener un relaciones sexuales, luego de llevar a cabo dicho encuentro, le dijo que le presentaría a un primo de nombre, Jaime Eduardo «N», del fraccionamiento Urbi Villa del Rey, de la misma ciudad y, al parecer, valiéndose de que ya había confianza para este entrar al departamento, perpetraron el homicidio, inicialmente golpeando a la víctima y, posteriormente, lo acuchillaron, para finalmente asfixiarlo.
Se dijo que llegaron a bordo de un vehículo Kia Forte, de color blanco, modelo 2021, conducido por un tercer joven de nombre Daniel Andrés «P», quien presuntamente no sabía a qué iban al lugar y los espero en el vehículo; sin embargo, se estableció que previamente habían llegado a conocida farmacia a comprar guantes de látex y que posteriormente del hecho, los primos en mención, abordaron de nuevo el vehículo donde los esperaba el joven y fueron a una tienda de conveniencia por agua para lavarse las manos, donde le señalaron al tercero (Daniel Andrés «P») que se habían «chingado a un morro». Por lo que fue, tras las declaraciones de este tercero, como la Fiscalía realizó pruebas periciales y encontró manchas hemáticas de la sangre de la víctima en el vehículo Kia.
Tras darse a conocer los detalles de cómo fue localizado a las 15:55 horas del día siguiente, el 15 de abril del 2021; la Fiscalía expuso la relación premeditada de la víctima con el ahora sentenciado; asimismo, se estableció el cómo posteriormente localizaron las propiedades robadas del departamento, entre ellas un teléfono celular, en donde habían más datos de prueba.
Luego de esto el Juez de Control, Luis Nicanor Barajas Peregrina, impuso Javier Alberto «E» una pena de 22 años de cárcel y el pago de una reparación del daño por la cantidad de 216 mil pesos, tras haberse acogido a un proceso de procedimiento abreviado. Asimismo comedida de satisfacción, pedir disculpas públicas y como medida de no repetición, asistir a cursos de derechos humanos.