Sinaloa | 05/31/2022 06:10:00 p. m. | Víctor Acosta
En el año de 1969, Rubén Rocha Moya era un estudiante más que egresaba de la Escuela Normal Rural «Plutarco Elías Calles», ubicada en la comunidad de El Quinto, municipio de Etchojoa, en Sonora; hoy, en el 2022, a 53 años de distancia, el hombre de 72 años de edad regresa a la institución académica siendo el Gobernador Constitucional del Estado de Sinaloa.
Autoridades académicas de la institución decidieron distinguir al gobernador como el normalista más destacado que ha dado hasta ahora la escuela a la que perteneció durante la generación 1963-1969, esto como parte de los festejos por el 85 aniversario de la operación de la institución.
En entrevista para Luz Noticias, Rubén Rocha expresó que después de ser obligado a emigrar de su estado natal, debido a que no tuvo acceso a una escuela de la región, se internó por seis años en esta escuela normal rural, donde experimentó un sinfín de vivencias que lo llevaron a forjar el carácter que en un futuro necesitaría para ocupar diversos cargos tanto en lo académico, como en lo político.
El funcionario enfatizó que siempre expresará que su gran orgullo es ser normalista rural, pues esta educación, dijo, le permitió ser sensible a las necesidades de la gente y vivir de cerca las carencias cotidianas.
«Aquí vivimos 6 años en el internado. Salí el 69, generación novena. Mi gran orgullo es ser normalista rural, esta es la base mía, incluso, tengo un libro sobre las escuelas normales, se llama Pedagogía del Anhelo. No te puedo platicar las anécdotas, pero muy bonitas en general, de mucha inocencia. Aquí no había adicciones, esos problemas. Había una disciplina importante, nos cuidábamos mucho», comentó.
Rubén Rocha compartió que la disciplina de la institución era tal que había castigos contundentes para quienes no hacían el aseo, se peleaban, salían de la escuela sin permiso, etcétera; acciones que la mayoría atendía religiosamente, pues de ello dependía la permanencia de las becas.
A la llegada del gobernador a la escuela, alrededor de las 09:30 horas, hora de Sonora, comenzaron los abrazos afectuosos de quienes hacía años que no se miraban y que, incluso, no se reconocían, por el pasar de los años, pero gracias a los apodos de juventud podían identificarse.
«Me da mucho gusto, vengo a relajarme. El presidente estuvo el viernes y sábado (en Sinaloa) y me agrada mucho que venga, somos amigos, pero me pongo muy tenso con la responsabilidad de recibir al jefe del Estado (Mexicano). Me da gusto ver a mis amigos, todos cultivan y atienden a sus familias, sus hijos son profesores u otra profesión y me da gusto eso. Llego conociendo a algunos y a otros reconociéndolos. Me da gusto, son añoranzas muy bonitas», compartió.
Finalmente, y terminado el evento en la escuela, el gobernador se despidió de sus amigos y se retiró del lugar, para dejar atrás el pasado, las añoranzas y retomar su realidad actual, ser la cabeza y jefe político de Sinaloa.