Seguridad | 10/04/2022 06:22:00 p. m. | Ernesto Torres
Un pescador originario de Guasave, perdió la vida al filo del mediodía de este martes, tras sufrir un infarto al corazón, mientras se encontraba trabajando en un barco en embarcadero, mismo al que le arreglaban detalles para zarpar a capturar camarón de esta temporada.
Quién falleció fue identificado como José María «N», de 51 años de edad, con domicilio en Boca del Río, municipio de Guasave.
De acuerdo a los informes proporcionados, el pescador había salido en una embarcación desde el vecino municipio, pero regresaron por algunos detalles.
La información indica que fue alrededor de las 11:30 horas de este martes, cuando José María se encontraba arriba de una embarcación, en el área de armadores, en donde realizaban algunos trabajos de mantenimiento previo a salir a altamar.
Se estableció que el pescador se encontraba realizando unos amarres con unas cuerdas y de pronto se desvaneció.
Al detectar la situación, otros hombres del mar que también estaban ahí, intentaron reanimarlo mientras que otros compañeros daban aviso al servicio de emergencias 911.
Poco después del reporte, arribaron personal médico de la Secretaría Armada de México del Hospital Naval de Topolobampo, quienes al llegar sólo confirmaron que el pescador ya no contaba con signos vitales.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana de Ahome, asignados a la sindicatura de Topolobampo, acordonaron el área y dieron aviso a la Fiscalía del Estado.
Posteriormente, al lugar arribaron elementos de la Policía de Investigación y personal de Servicios Periciales de la Vicefiscalía zona norte, para dar fe y ordenar que el cuerpo fuera trasladado a una funeraria de Los Mochis.
No se precisó si el pescador consumió alguna sustancia o si acaso estaba enfermo del corazón; sin embargo, se dijo que le practicarán la necropsia para determinar específicamente que le causó la muerte repentina.
Cabe mencionar que muchos de los pescadores zarparon al abrir la veda y no regresan durante casi un mes, mientras que otros, cuando el barco sufre alguna avería, vuelven a tierra para su respectiva reparación.