País-Mundo | 10/15/2022 11:22:00 a. m. | EFE
Al luchador Felino le costó ocho meses acostumbrarse a los sucesos paranormales que ocurren en la Arena México, la Catedral de la lucha libre mexicana, situada en el centro de Ciudad de México.
El Felino, miembro de la histórica dinastía de luchadores Casas, se entrena desde hace más de 15 años por las madrugadas en el gimnasio la nueva Arena México, donde se hicieron leyendas El Santo y Blue Demon.
El oriundo Ciudad de México suele llegar antes de la medianoche al recinto propiedad de la empresa Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y terminar su rutina pasadas las dos de la mañana.
Para llegar al gimnasio, el hermano del Negro Casas atraviesa 300 metros en soledad y oscuridad por el inmueble ubicado en la colonia Doctores.
En el trayecto, con frecuencia el Felino escucha las voces y risas de compañeros fallecidos como Emilio Charles Jr., quien murió en 2012.
Además de los ruidos, 'el luchador más rápido' suele ver luces en los pasillos.
Jorge Luis Casas Ruiz, nombre de pila de 'Felinosky', se persigna y reza previo a entrar al gimnasio, para no ver sombras en los espejos.
El Felino no es el único esteta del CMLL que se ha topado con apariciones en la arena. El exluchador Tigre Metálico, ahora referí, también ha tenido experiencias en los entrenamientos.
Salvador Mungia, nombre de El Metálico, consideró que los seres paranormales pueden aparecer en cualquier momento y en cualquier parte de la catedral.
Él se ha encontrado a un amigo fallecido, Goyo, quien murió atropellado en las inmediaciones de la arena.
Último Guerrero, una de las principales figuras del CMLL, agradece no haber tenido encuentros con fantasmas.
'El luchador de otro nivel' ha oído la leyenda de los enanos trabajadores del Circo Atayde, que antes tenía funciones en la arena. Se pasean por la parte alta del recinto. También escuchó sobre la aparición de una niña que asistía a clases en la escuela derrumbada para construir en 1956 la nueva Arena México.
Hugo Monroy, historiador de la catedral, cree que la explicación de tantas apariciones es la energía que guarda el inmueble, que suele tener más de 5.000 aficionados en cada una de las tres funciones semanales. La mayoría de los trabajadores pasan casi toda su vida ligados a la catedral.
El empleado del CMLL confesó que cada cierto tiempo el sacerdote de cabecera, el exluchador Fray Tormenta, oficia misas y da su bendición al lugar.
Sin embargo, Tormenta no llega con el objetivo de terminar con estas apariciones, ya que en el CMLL no lo ven como un problema.