Santa Muerte, una esperanza para que regrese el amor y tener sanación

Sinaloa | 11/02/2022 07:00:00 a. m. | Ernesto Torres

Dos grandes altares y capillas a «La segadora» son de personas reconocidas en Los Mochis.

«Aurora» es la patrona de La Petus, siempre acompañada de sus guardianas y del resto de las Santas Muertes que venera y con las que trabaja desde hace 45 años.

Por su casa han desfilado miles de personas para pedir favores y milagros, o simplemente para pedir una lectura de cartas, una limpia, o para hacer que el amor regrese.


Se trata de Sasha Velentina Nava, originaria de San Luis Potosí, y quien desde hace 15 años radica en Las Canteras de Los Mochis, en donde le rinde culto y donde recibe a miles de creyentes que buscan sanación o que simplemente a ha agradecer favores.

La Petus dice que la Santa Muerte te elige, que ella te elige a ti, y que es a quien le concede favores, o como suele decirse «le hace milagros».


Es cuestión de fe, pero cada una de sus Santas; la dorada, la blanca, la siete ponencias, la novia o la roja, todas son buscadas según las necesidades y todas reciben ofrendas.

Ofrendas que dan a la Santa Muerte


Comentó que la Santa Muerte no es mala, y que muchas personas se dedican a trabajar con ella en la sanación y guía de las personas, pero para que la Santa cumpla, quien le pide, debe ser devoto de ella. Sin embargo, explicó que también hay quienes se dedican a trabajar «lo negro, lo oscuro».

«Muchas veces buscan la sanidad, buscan también que regrese la persona cuando están casados y que el marido se va por otro lado, o que la mujer se va por otro lado, vienen y la buscan para que regresen. Aquí, en mi casa, vienen ellos, y ellos mismos hacen la petición a la Santa Muerte; yo nada más soy como si fuera su guía de ellos», indicó la fiel creyente.

La imagen de la Santa Muerte se impone, y el temor a lo desconocido, son factores que han generado en la sociedad desconfianza y rechazo, pero hay muchas personas que le rinden culto, y otras, como La Petus, que trabajan con la Santa.


Detalla que en ocasiones son los líderes religiosos quienes atemorizan a los creyentes, quienes por ignorancia terminan teniendo a la Santa Muerte.

«Ni es celosa la santísima muerte ni te cobra ningún favor, te lo hace de todo corazón y te lo hace de fe. Únicamente que tú le cumplas depende las posibilidades de cada quien, yo les digo que no prometan lo que no le puedan cumplir. Prométele, te voy a traer una veladora, o te voy a traer una manzana, o un chocolate; eso sí se lo pueden cumplir», recomendó.

Además, explicó que hay personas que le prometen que le van a llevar una hora de banda y llegan al santuario en la madrugada a cumplir lo ofrecido a la Santa Muerte, en donde «el día de muerte», como cada día 1 de mes, le celebran.


Detalló que el Día de Muertos es la celebración principal, misma que inicia con una velación desde el día 31 de octubre, le siguen el día 1 en la noche y madrugada con una fiesta y el día 2 de nuevo velación y un ritual.

Una fiel creyente

Un ejemplo de devoción a la Santa Muerte es el de Sujey Magali Rivas Leyva, mujer que desde los 13 años inició su fe tras encontrarse una estampita tirada con una oración de protección.

Ahí, comenzó su interés, que después de 32 años no solo la lleva en tatuada en su cuerpo, sino que tienen un altar en su casa, y su día es guiado por ella.


Sujey Magali narra que cuando sus hijos eran pequeños, intentó cruzar a Estados Unidos en al menos seis ocasiones de manera ilegal; estuvo mes y medio intentando por Sonoyta, Agua Prieta y otros «brincos», pero no tenía éxito.

Incluso, relata que sus hijos se los detenían en la línea y que ellos iban con papeles falsos. Fueron muchos los intentos y en ninguno lo lograba, hasta que demostró su fe y devoción por la Santa Muerte.


Todo fue hasta que las autoridades migratorias la amenazaron con quitarle a su hijos si lo intentaba de nuevo, cuando decidió encomendarse a su Santa, y ofrecerle a cambio tatuarse; de este modo ahora «La Güera», como la conocen en el ejido 20 de Noviembre Nuevo, confirmó su fe hacia «su niña blanca».

«Me acuerdo que yo le dije al pollero, que me llevara a un altar de la Santa Muerte. Y yo le pedí, le pedí ese favor de cruzar para el otro lado, sin riesgo de ningún daño para mis hijos, y que yo llegando allá de promesa era taturmela y si lo cumplió», sostuvo.

Recordó que al estar en Phoenix, Arizona, ella le pedía que la cuidara de las autoridades de migración, de las constantes redadas o retenes que habían camino a los swap meet donde trabajaba.

«Siempre era pedirle a mi Santa, que cégalo, que no nos agarren, que nos hiciera el favor de llegar con bien con mis hijos, que cegara a los de migración, que nos cuidara, que nos protegiera, nada más para bien, que me protegiera de todo mal y que no me llegara ningún daño ni para mí, ni para mis hijos».

Además de siempre pedir que no le faltara trabajo, les cuidara las espaldas y que les permitirá juntar dinero para hacer su casa en México, donde ahora vive en el ejido 20 de Noviembre Nuevo, en Los Mochis, fue una promesa por la que le tiene un altar prominente en la entrada de su domicilio.


En Los Mochis, actualmente existe solo una capilla de la Santa Muerte en la vía pública, pues el resto han sido destruidas quizá por desconocimiento o temor a ella.

En años anteriores, hasta las mismas autoridades han colaborado en la destrucción de la fe para quienes son fieles creyentes, pues en dos ocasiones ha derribado altares y capillas de la ciudad donde se adora a la Santa Muerte.

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