Sinaloa | 01/26/2023 03:16:00 p. m. | Brandon Sainz
La cultura «Otaku» se ha vuelto una forma de vida en un gran porcentaje de los jóvenes sinaloenses; un fenómeno social que surge en Japón, pero que poco a poco se ha adoptado en muchos países del mundo.
Nos remontamos hasta la década de los 60’s, con la introducción del anime en el país en diferentes series televisivas, siendo la primera de ellas «Astroboy» –del dibujante japonés Ozamu Tezuma– en 1964, en donde familiarizaron a los mexicanos con la estética de los dibujos.
Años después, durante la década de los 90’s, la cultura cosplay en México empezó a reproducirse con mucho auge en la juventud.
A partir del año 2000, la cultura otaku ya era parte de la personalidad de muchos jóvenes alrededor de todo el país, aunque hubo un lapso en donde se confundía la personalidad «emo» con los «otakus», al igual que los «frikis», ¡ojo! No es lo mismo.
Muchas personas han confundido ambos conceptos, debido a que son similares, pero en realidad tienen algunas diferencias que para los integrantes de estas culturas son importantes.
Ambas palabras son utilizadas de manera errónea, pues su significado se ha ido distorsionando con el tiempo.
En primer lugar, está «Friki», que proviene de la palabra inglesa «Freak», la cual se usa para referirse a personas extravagantes o extrañas, mayormente a las que tienen deformidades físicas.
Con el tiempo, la palabra se fue generando en forma de burla para aquellos que cuentan con gustos que no son los preferidos por todos, por ejemplo, el ser un aficionado a los cómics, películas de ciencia ficción y demás, transformándose así en lo que conocemos como «Friki», Frikismo o Cultura Friki.
En el caso de «Otaku», proviene de Japón y significa «de casa» en español.
Esto se usaba mayormente para referirse a todas aquellas personas aficionadas por algo en general; es decir, un «Otaku» puede ser un aficionado a los automóviles, tanto como un aficionado a las caricaturas.
No obstante, en la actualidad se utiliza para denominar a los fans de animes, mangas y cómics. Esto se generó gracias a Akio Nakamori, el cual lo destacó en un ensayo de 1983 de la revista Manga Burikko.
Si bien, es cierto, hay muchos chicos con diferentes personalidades en Sinaloa, desde el «buchón», el «alucín», «fresa» e infinidad de conceptos en los que tienen a los jóvenes.
Sin embargo, la realidad es que en redes sociales, los chicos y chicas presuntamente «normales» siempre definen a los otakus cómo «raros» y para ser sinceros, los de la cultura otaku ni se preocupan, prácticamente, ellos están en su mundo, realizando convenciones, platicando de sus temas favoritos, sin molestar a los demás.
Pareciera que los otakus pasan desapercibidos entre la gente, pero realmente no es así, si hiciéramos un estudio real, con estadísticas, hay un gran porcentaje de jóvenes envueltos en esta cultura.