Sinaloa | 02/15/2023 10:30:00 a. m. | Dilan Gómez
Hablar de Mazatlán es hablar de un sinfín de lugares icónicos, de los cuales algunos son naturales y otros fueron construidos por la mano del hombre, dando paso a edificaciones que hasta el día de hoy se mantienen en pie.
Este es el caso de uno de los puntos más ligados a Mazatlán, es decir, al verlo en fotografías ya sabemos que se habla del puerto… El Valentinos.
Se trata de un edificio que comprende diferentes antros, restaurantes y cafés, el cual tiene una de las fachadas más hermosas del municipio y que está a su vez sirve como parador fotográfico para los miles de turistas que visitan la ciudad.
Fue construido en la época de los 70's en el punto de inicio de lo que es conocido como Zona Dorada, que comprende del ya mencionado Valentinos hasta prácticamente el Hotel Marina El Cid.
En el proyecto, que buscaba construir el antro más icónico de Mazatlán, se tuvo la participación del arquitecto Armando Galván Gascón, quien se basó en las corrientes Árabe-Mudéjar para darle forma a lo que vemos hoy, similar a las construcciones de los hoteles Riu a lo largo del mundo.
En Valentinos se podían encontrar una gran cantidad de antros que hoy en día sólo viven en la memoria de los mazatlecos y turistas que les tocó bailar en esa área hasta la década del 2010.
Algunos de los antros son El Cantabar, Sheik, Bora Bora, Solárium, Mykonos Piano Bar y el propio Valentinos, que también fue conocido como Fiesta Land o el Castillo de la Diversión.
La llegada de nuevos antros, los cambios generacionales y un gran número de pleitos ocurridos al interior de estas instalaciones generaron que la gente se desprendiera del lugar, para buscar nuevas opciones para pasar las noches de fines de semana.
Esta situación marcó la sepultura de este icónico sitio, el cual cerró sus puertas por cerca de 10 años, siendo el Bora Bora el único que sobrevivió a este ragnarok de puntos de diversión nocturna.
Fue hasta después de la pandemia, pasando el año de 2020, que Grupo Eleva decidió invertir y traer el concepto de Punto Valentinos, rescatando unas instalaciones que cada día se hacían más viejas.
Esto trajo consigo la llegada de nuevos antros como MER Social Club, Onaki, el resurgimiento de Barezzito, el cual cabe mencionar había cerrado luego de malas temporadas pero estaba ubicada en otro sitio, y restaurantes como La Mona Pizzería.
Actualmente ha tenido una nueva época dorada, con un par de peldaños arriba en escala «Fifí», pero ganándose poco a poco el arraigo de la gente y aprovechando la hermosa, la ubicación y su cercanía con el mar, algo que por años los empresarios olvidaron que lo tenían.