Conoce el heroico por qué de la existencia de los cañones de Mazatlán

Sinaloa | 02/23/2023 05:30:00 p. m. | Hugo Rodríguez

Algún día, hace más de 100 años, Mazatlán fue escenario de importantes batallas que le otorgaron a México la libertad y soberanía que se disfrutó a la postre.

Si alguna vez pasaste por la Casa del Marino, seguramente te pudiste dar cuenta de que hay un cañón que apunta hacia el Océano Pacífico, hay una historia detrás y también de demás cañones que están distribuidos por esa zona de la ciudad.

Mazatlán está cerca de recibir el nombramiento de «Heroico Puerto», ya que alguna vez se efectuó una defensa ante una intervención extranjera: se trata de la Segunda Intervención Francesa, que fue hace ya 159 años y que dio lugar a «La Batalla de Mazatlán».

En el último cuarto del siglo XIX, el Segundo Imperio Francés y el Segundo Imperio Mexicano, al mando de Napoleón III y Maximiliano de Habsburgo, buscaban establecer una nueva monarquía en México, siendo las costas del Pacífico sus nuevos objetivos y Sinaloa una de sus puertas a merced.

La llegada de tropas francesas al sur de Sinaloa data de 1862, cuando la corbeta La Bayonnaise llegó a Mazatlán para entrar y causar estragos en el puerto y poblaciones aledañas, todo a cargo del Vicealmirante Edmond Jurien de La Graviere.


Fue a principios de marzo de 1864 que otra corbeta francesa llamada «La Cordeliere» tomó aguas de Nayarit y tenía como destino atacar el litoral de Mazatlán, para poder culminar con la toma del Puerto. 

El combate dio pie cuando el 24 de marzo de ese año, salió La Cordeliere, la cual se mantuvo en la posición durante el siguiente par de días y, posteriormente, tomaron la determinación de atacar.

Fue ahí donde lo inesperado sucedió y el Coronel Gaspar Sánchez Ochoa, secundado por el Capitán Marcial Benítez, decidió atacar a un buque de reconocimiento que provino de la poderosa corbeta gala, la cual tenía como orden bloquear el puerto sinaloense y fue recibida a cañonazos por parte de militares mexicanos y los franceses respondieron con disparos de Howitzer, después de no recibir daño alguno.

La situación no le pareció a los europeos y el 28 de marzo decidieron desplegar cerca de la Isla de Venados a 14 lanchas de desembarco repletas de hombres para intentar culminar con su propósito, se libró una batalla donde a los franceses no les fue nada bien y tuvieron que regresar a La Cordeliere.

Después de la dolorosa derrota en playas mazatlecas, los franceses no se quedaron de brazos cruzados y el 31 de marzo, La Cordeliere inició con un bombardeo al cuartel de las tropas mexicanas, donde se disparó en poco más de 400 ocasiones a la base, respondiendo en 158 ocasiones los nuestros, dejando daños considerables a la corbeta gala y dejando un total de 140 enemigos, entre muertos y heridos.


Por ello es que hay varios cañones posicionados en distintos puntos de la Perla del Pacífico, para recordar uno de los momentos más importantes de la ciudad.

Cabe señalar que estos cañones tipo «bakel», que se encuentran en diversos puntos del puerto, siendo el Cañón del Fuerte 31 de marzo, el cual lleva su nombre por la victoria de las fuerzas armadas mexicanas sobre los franceses (conocido popularmente como La Casa del Marino).

El cañón Pérgola Ángela Peralta, ubicado en la zona del mirador, donde está el conocido restaurante de La Marea y el Cañón La Batería, ubicado en la unidad habitacional militar que lleva el mismo nombre, no fueron los que libraron las batallas de 1864, sino que son cañones que pertenecieron al barco cañonero Demócrata y fueron fundidos en 1875 para ser a la postre monumentos de la ciudad que apuntan hacia el Océano Pacífico, para recordar todos los días a los héroes que defendieron a Mazatlán y a México.

Dato curioso

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