Sinaloa | 03/14/2023 07:30:00 a. m. | Hugo Rodríguez
Durante la época de la Revolución Mexicana, se suscitaron diferentes eventualidades en Sinaloa, sangrientos episodios, así como otros que hasta podrían definirse como espectaculares, ya que el 6 de mayo de 1914 una bomba cayó en calles aledañas al Centro Histórico, convirtiendo a la Perla del Pacífico en la primera ciudad del planeta en ser bombardeada por aire.
Una curiosa historia rodea a dicho evento, pues no exactamente fue un ataque planeado, sino que un accidente, mientras Mazatlán estaba sitiado por segunda vez, ahora por fuerzas Huertistas, llevó a los Revolucionarios a tomar acciones como el corte de agua, corte de suministros terrestres, entre otras cosas.
Al sitio arribó, en mayo de ese año, el apoyo de fuerzas del General Álvaro Obregón por vía férrea y traían consigo, además de recurso humano y armamento, un avión biplano, el cual ya había participado en la primera batalla aeronaval del mundo, la Batalla de Topolobampo.
La aeronave, conocida como el Biplano Sonora, manejada por el Capitán Gustavo Salinas Carmiña, quien era sobrino de Venustiano Carranza, tenía como objetivo hacer sobrevuelos en Mazatlán y repartir propaganda a favor de los revolucionarios.
Aunque después su meta cambió y se le empezó a dar uso militar, para llevar consigo bombas de fabricación meramente artesanal, un día sobrevolando no contaron con una inclemencia en el aire y un golpe de viento movió la aeronave, lo que provocó que el copiloto soltara uno de estos artefactos explosivos, dejándolo caer en las actuales calles de Carnaval y Canizalez.
El saldo, incluso, en la actualidad, es incierto, pero se sabe que hubo cuatro muertos oficiales y una serie de heridos, entre niños, mujeres y personas de la tercera edad.
Este bombardeo que terminó con víctimas inocentes, tenía otro destino: un pequeño cuartel que se ubicaba en el cerro, frente al sitio de la desgracia, para poder dar paso a las tropas, situación que se logró, pero el otro artefacto terminó en otro lugar.
La desgracia se intensificó debido a que a los habitantes del puerto les gustaba mucho ver pasar al Sonora, siendo esto contraproducente cuando pasó por ambas vialidades y la gente, como de costumbre, salió pero ahora con un fatal destino.
Tras el oscuro episodio, empresarios locales de la época y un escuadrón de soldados estadounidenses pidieron hacer una reunión con jefes revolucionarios, la reunión se pudo realizar a bordo de una embarcación llamada «California» y se negoció que el avión no volviera a circular de nuevo por los rumbos de Mazatlán.
El destino del Biplano Sonora fue una última batalla en los suburbios de Mazatlán, donde ahora está el Ejido El Castillo, donde terminó destruido y sus restos ahora permanecen en las instalaciones militares del Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco, muy cerca de Guadalajara.