México | 05/03/2023 10:51:00 a. m. | Iván Rodríguez
Jesús Malverde era considerado el bandido generoso, ya que, según la leyenda, robaba a los ricos para darle a los pobres, pero su final llegó luego de ser traicionado por alguien cercano a él, de mucha confianza.
Su nombre real, según sus biógrafos, era Jesús Juárez Mazzo, mejor conocido como «Jesús Malverde» y vivió fuera de la ley en la sierra de Sinaloa entre 1870 y 1909.
De acuerdo al cancionero hagiográfico de Jesús Malverde. Corridos de un culto paracatólico, tesis de José Ramón Ortiz Castillo, en una de sus canciones se relata la presunta traición que sufrió el bandido generoso, al parecer por su propio compadre.
La leyenda expuesta en la tesis de Ortiz Castillo, la astucia de Malverde no pudo contra la codicia del compadre, de quien se desconoce nombre, ya que por unas monedas lo entregó a los rurales.
Aquí el corrido sobre la traición del compadre, compuesto por José B. Velarde:
En mil novecientos nueve
¡qué desgracia sucedió!
Al señor Jesús Malverde
la acordada lo apresó!
En esa fecha tan triste
la gente se estremeció,
al saber la gran desgracia
que a Malverde le pasó.
Se encontraba muy tranquilo
y juntando de su asalto
a la sombra de un mezquite
cuando lo paran en alto.
Querían que les implorara
por eso lo torturaron,
le echaron la soga al cuello
ni las corvas le temblaron.
Ese día que lo apresaron
su compadre le decía:
“Compadre, tú ya no robes
te puede costar la vida”.
Y Jesús le contestó:
“a la gente le hace falta,
a mí no me importa nada
pues tú me cubres la espalda”.
La confianza mata al hombre
y eso le pasó a Malverde,
en otro día del compadre
su vida encontró la muerte.
El mito y la leyenda del bandido generoso Jesús Malverde continúan vivos en Sinaloa, y hoy compartimos una anécdota real de este personaje que es considerado el «santo de los narcos».
Se dice que una vez, en plena época de la Revolución Mexicana, Jesús Malverde se encontraba en la sierra de Sinaloa, donde se había refugiado después de ser perseguido por las autoridades. En ese momento, un grupo de revolucionarios irrumpió en su escondite buscando provisiones para sus soldados.
Malverde, que tenía fama de ser un bandido generoso, no dudó en ofrecerles lo poco que tenía, incluyendo su último par de botas. Los revolucionarios se sorprendieron ante su generosidad y le preguntaron por qué les estaba ayudando, a lo que Malverde respondió: "Mi causa no es la suya, pero mi lucha es la misma".
Esta anécdota refleja la leyenda de Jesús Malverde como un bandido que robaba a los ricos para ayudar a los pobres, y que tenía un fuerte sentido de justicia social.
A pesar de su reputación como ladrón y bandido, muchos en Sinaloa lo ven como un héroe y un protector, y su capilla en Culiacán es visitada por miles de fieles cada año.
A pesar de que Jesús Malverde murió hace más de un siglo, su figura sigue siendo fuente de inspiración para muchos en la región, y su legado continúa siendo objeto de debate y controversia en la actualidad.
Fuente: Cancionero hagiográfico de Jesús Malverde. Corridos de un culto paracatólico, tesis de José Ramón Ortiz Castillo