Internacional | 05/04/2023 07:12:00 a. m. | Luz Noticias
Mediante una carta supuestamente escrita por los hijos de «El Chapo» y enviada a la periodista Azucena Uresti, donde puntualizan que no han comerciado con fentanilo a pesar de las acusaciones hechas por las autoridades estadounidenses de la Agencia Antidrogas.
Y es que luego de las acusaciones hechoas por la DEA los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán buscan deslindarse de las actividades ilegítimas realizadas por su padre y del tráfico de fentanilo hacia el país vecino.
En una misiva, los herederos del que se considera uno de los narcotraficantes más famosos del país, señalaron que no forman parte de la estructura criminal del Cártel de Sinaloa, y que la popularidad de su padre es usada por otros delincuentes para ganar notoriedad.
Como parte de su lucha contra el fentanilo, la DEA señaló recientemente que endurecerá la búsqueda y captura contra los hijos de Guzmán Loera, a quienes considera herederos de las operaciones de distribución de estupefacientes comandadas por su padre, en especial del fentanilo, algo que ellos niegan.
«Estos grupos operan de manera totalmente independiente a los demás y no nos rinden cuentas a nosotros, ni se las solicitamos. ¿Por qué la necesidad de establecer esto? Porque, desgraciadamente, el nombre Joaquín Guzmán Loera, conocido comúnmente como «El Chapo» Guzmán, se ha vuelto famoso internacionalmente».
«Esto solamente ha abonado a perjudicarnos y a seguir con el propagandismo mundial, utilizándolo a favor o en contra, según la conveniencia», detalla la misiva.
De acuerdo con los hijos de Guzmán, el uso de su nombre y el apelativo, con el que dicen no identificarse, es usado en redes sociales y en los medios solo para atraer tráfico a las páginas, sin que necesariamente estén relacionados con ellos.
En el documento, validado por José Refugio Rodríguez, abogado de Guzmán Loera y enviado a una emisión noticiosa nacional, los hijos del narco se deslindan de algunas acciones, como el asesinato de un agente de Policía a quien presuntamente se lo dieron de comer a un tigre.
Además de deplorar el hecho de que, por las actividades de su padre, no pudieron llevar una vida normal.
«Nadie puede elegir su cuna. Quisimos elegir una cuna distinta con buenos estudios, lo cual nos fue negado en su tiempo a causa de la cacería hacia nuestro padre», señalan.