México | 05/04/2023 11:42:00 a. m. | Iván Rodríguez
Era el comic prohibido para los adolescentes de los años 80 y noventas, los padres mantenían bajo llave estos ejemplares que al día de hoy son consideradas una reliquia y oro puro para los coleccionistas de revistas, pero ¿Qué pasó con El Mil Chistes?
Fue una de las revistas mexicanas de humor más aceptadas por varias generaciones, con personajes que se identificaban con el lector, a quienes les sacaban carcajadas con sus ocurrencias y chistes, además de los dibujos que dejaban con la boca abierta a muchos.
«El Mil Chistes» retrataba la picardía mexicana de la época de los 90 y principios del nuevo milenio en México, con un contenido en el que se mezclaba la comedia con el erotismo visual, tenía un formato a modo y un precio muy accesible para los amantes de la lectura de bolsillo.
El personaje principal era «El Mil Chistes» un joven flacucho, bonachón, tipo nerd, de lentes redondos y cabellera medio larga, que tenía un sin fin de aventuras y que las relataban con chistes o dibujaban a modo de comedia las situaciones sociales, siempre bien acompañado por mujeres de muy buen cuerpo.
Este comic erótico-social, lo podías encontrar en los puestos de revistas de cualquier ciudad del país, costaba alrededor de 1000 pesos y las aventuras y la diversión eran interminables. No había internet y era el pasatiempo favorito de muchos.
Según algunos blogueros y fanáticos, «El Mil Chistes» inició como un espacio para dibujantes, quienes mostraban su humor a través de chistes ilustrados.
Tocaba temas incómodos quizá para algunos, pero siempre acompañados de dibujos muy atractivos a la vista y con un contenido pícaro.
A pesar de la desaparición de la revista (2008, al parecer), «El Mil Chistes» sigue siendo recordada por muchos mexicanos como un icono del humor popular en el país.
Además, algunas de las historietas y personajes creados por sus dibujantes, como «El Diablito», «Condon Man», siguen siendo populares y han sido retomados por otros medios de comunicación.
Hoy en día, hay coleccionistas de este comic que ofrecen algunos ejemplares a muy buen precio, por lo que «El Mil Chistes» pasó a ser el libro de bolsillo preferido por una generación de chavorrucos, que pasaron su adolescencia sin la influencia del internet.