Internacional | 05/10/2023 07:34:00 a. m. | Luz Noticias
Una joven estaba en un zoológico en Australia y se la robaron a su hija, ahora la busca desesperadamente en Sinaloa. Mariana narró el viacrucis que vive para poder recuperar a la niña de tan solo tres años, quien está retenida ilegalmente por su padre.
Mariana Torres se mudó a Australia con su familia en busca de una vida mejor, pero lleva más de un año viviendo un verdadero infierno, el cual fue antecedido por episodios de violencia a manos de su esposo y padre de su hija, por lo que le solicitó el divorcio.
Sin embargo, Juan C planeó darle un golpe fatal, dos días después de la petición dijo que llevaría a la niña -Ana Lucía Ceballos Torres- al zoológico y nunca más volvió.
Algo le dijo que las cosas no estaban bien y acudió a la policía, dio el número de pasaporte de su pequeña que en ese entonces tenía dos años y medio y volvió a su casa esperando que volvieran.
En lugar de ello recibió una llamada del oficial que la atendió momentos y antes y le dijo que le tenía malas noticias, su hija había abordado un avión al extranjero en compañía de su padre.
En su desesperación le llamó a la madre de su esposo, le dijo que se había llevado a la niña, recibiendo como respuesta un «y qué esperabas», seguido de amenazas, por lo que descubrió que el plan de Juan no lo había trazado solo, pues tenía la ayuda de su familia.
Así se dio cuenta de que no contaba con ellos y que respaldaron al hombre en la decisión que tomó.
«Me imaginé que viajaron a Phoenix, pues su hermana vive allí», narró al Heraldo Digital.
De acuerdo a El Heraldo. Después de la llamada a su suegra, su esposo le mandó un mensaje culpándola de «destruir a la familia» y le dijo que si quería a su hija tenía que ir por ella a México.
Tras lo ocurrido, acudió a la embajada de México en Australia para explicar la situación, el diplomático le dijo que se trataba de una sustracción internacional, que el Convenio de la Haya permitía actuar en esos casos y comenzaron a armar el expediente para solicitar la restitución.
Revisaron sus mensajes para cerciorarse de que era verdad que ella no había dado su autorización de que la niña saliera del país.
Durante un mes Juan estuvo llevando a la niña de México a Estados Unidos de manera intermitente, por lo que tuvo que esperar a saber donde se establecería para poder mandar la demanda.
Finalmente el hombre se mudó con la niña a México, específicamente a Los Mochis, Sinaloa, y la solicitud de restitución se envió a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que la revisó y verificó que sí se trata de una sustracción internacional.
Mariana no pudo salir de Australia hasta que la orden de restitución estuviera lista, en caso de hacerlo se daría por sentado que ella estaba de acuerdo en que su esposo hubiera llevado a su hija.
Mientras ella esperaba a que su solicitud fuera aceptada y ejecutada, su esposo interpuso una demanda de divorcio, indicando que Mariana había abandonado a su hija, mintió diciendo que vivía en Los Mochis y no se hacía cargo de la pequeña.
Cabe mencionar que las notificaciones nunca le llegaron, su suegra aseguró que ella le informaba sobre ellas, pero ni siquiera estaba enterada del proceso que había iniciado Juan C.
Como parte de la solicitud de restitución se realizaron visitas a la casa donde Ana Lucía vive y exámenes psicológicos al padre, estos arrojaron que es un hombre violento y manipulador.
La psicóloga solicitó que se le realizara una evaluación psiquiátrica, pero nunca se concretó, pese a que Mariana insistió desde Australia para que se llevara a cabo.
«Nos enteramos del proceso que él inició por las trabajadoras sociales, al no poder venir a México lo seguí en línea», dijo Mariana.
En tanto, Juan inscribió a Ana Lucía al kínder, para argumentar que tenía una vida hecha en Sinaloa y así poder ganar la custodia total de la niña, pensando que Mariana no estaba haciendo nada por recuperarla.
Cabe mencionar que madre e hija nunca dejaron de estar en contacto, pues le hacía videollamadas a menudo, pero la manipulación comenzó, por lo que estas tuvieron que hacerse en un centro de convivencia con la supervisión de un psicólogo.
Se ordenó que la niña fuera restituida a Australia, pero un juez mexicano negó la solicitud, por lo que tuvieron que apelar la decisión, nuevamente se ordenó que la menor regresara con su madre al país donde vivían los tres, al momento de que se dio aviso al padre, escondió a la pequeña, la sacó del kínder, dejó su casa y su trabajo.
De inmediato Mariana viajó a Los Mochis, acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa y solicitó la activación de la Alerta Amber, la cual se activó después de que se revisó el caso y los antecedentes del padre de la menor.