¿Callos de hacha o de lobina, cuál prefieres?

México | 06/20/2023 10:33:00 a. m. | Iván Rodríguez

El callo de hacha, por su sabor y el precio, extremadamente caro, es el más utilizado en la preparación de mariscos, siempre y cuando sea temporada, es como el adorno perfecto para ese molcajete.

En Sinaloa, sin duda, se comen los mejores mariscos de todo México, por su frescura y la manera única de prepararlos y los platillos estrella siempre van adornados con el manjar de los mares: el callo de hacha. Pero ¿sabías que hay otra opción que los marisqueros utilizan?

El callo de hacha, por su sabor y el precio, extremadamente caro, es el más utilizado en la preparación de mariscos, siempre y cuando sea temporada, es como el adorno perfecto para ese molcajete. Una orden de callos de hacha, es el plato más caro de la carta, pero el más delicioso.


Tipos de callos de hacha

Hay cuatro tipos de callos de hacha: el redondo, media luna, liso y tipo riñón, cuya diferencia en el sabor es de destacarse, ya que son distintos tanto en tamaño, textura, firmeza y sabor. 


De acuerdo a empresarios de mariscos, el kilo de callo de hacha ronda los 1300 pesos en el mercado actual de Sinaloa, ya que se saca en costas del sur y centro de Sonora y se distribuye en todo México.

Callo de Lobina, una buena opción y más económica

La lobina es un pez de agua dulce, que se pesca principalmente en presas y raudales, que sabiéndolo preparar, puedes sacarle callos de muy buen tamaño y de mucho sabor, dependiendo del proceso en salmuera y la mano del preparador.


Es la opción más económica para algunos marisqueros, que rellenan los platillos con este callo, de buena aceptación por los comensales, ya que tiene un sabor muy peculiar y que vendría a hacerle sombra al callo de hacha, aunque nos echemos encima a los amantes de este molusco.

El kilo de callo de lobina, en temporada, alcanza los 220 pesos, mientras que en veda, lo reemplazan por mojarra y otro pescado.


Los callos de lobina son un manjar en pueblos de la sierra ubicados en las zonas de presas, cuya preparación es sencilla y representa una oportunidad de negocio para sus pobladores.

La lobina también tiene periodo de veda, además de que de su pesca dependen muchas familias de estas comunidades.


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