Sinaloa | 08/10/2023 06:01:00 p. m. | Rita Sánchez
En un mundo inundado de tecnología y entretenimiento digital, los juegos tradicionales están recuperando su lugar en la vida cotidiana de muchas personas.
Actividades que alguna vez fueron el alma de las calles y patios escolares, como «la pilingrina», «stop», «encantados», el elástico y la cuerda, están experimentando un regreso sorprendente.
A medida que las generaciones pasadas comparten sus recuerdos con las nuevas, estos juegos clásicos están trascendiendo las barreras del tiempo y la tecnología para adentrarse nuevamente entre las actividades predilectas de los niños y jóvenes, con el afán de una convivencia frente a frente y no a través de una pantalla.
«Recordar es volver a vivir»; entonces, en un recuento, veamos a detalle cómo se juegan algunos clásicos de clásicos que lograron entretener por horas a un sinnúmero de generaciones.
también conocida como «avioncito» o «rayuela» en algunos lugares, desafía la coordinación y el ritmo al tratar de completar el recorrido con un solo pie, pasando en cada turno la piedra de casilla en casilla hasta llegar al número 10.
Gana el juego el primer jugador que consiga hacer todos los recorridos sin pisar ninguna raya de las casillas. Este juego no solo promueve la actividad física, sino que también fomenta la sana competencia.
Quizás tendrías entre 8 y 10 años cuando jugabas con tus amigos al «stop», y es que este es un juego tradicional infantil que se basa en dibujar un círculo grande en el suelo, el cual será dividido en varias casillas proporcionales según la cantidad de jugadores, colocando el nombre del país que seleccione cada jugador y uno más chico en donde se colocará la palabra «Stop».
Todos los jugadores deben tener un pie dentro del círculo, mientras que uno canta «Declaro la guerra en contra de mi peor enemigo, que es:» y al gritar el nombre del país todos deben correr hasta que el seleccionado grite «stop». Aquí la velocidad y el cálculo son la clave.
Los participantes se dividen en dos equipos; se echa una moneda al aire para decidir quiénes persiguen a sus compañeros del otro equipo. Si tocan a alguien, este debe quedarse parado, «encantado», hasta que otro jugador lo vuelva a tocar y lo desencante. El juego termina cuando todos los jugadores están encantados.
Dos juegos que requieren coordinación y agilidad; están demostrando ser una manera divertida de mantenerse activos mientras se disfruta de la compañía de amigos.
Ya sea saltando sobre una banda elástica o girando una cuerda, estos juegos clásicos proporcionan una dosis saludable de ejercicio y al mismo tiempo fortalecen la memoria, ya que no solo se trata de saltar, sino también de cantar diversas historias y realizar algunos pasos desafiantes.
Si bien, la sociedad se esfuerza por encontrar formas de desconectarse de las pantallas y volver a conectarse con el mundo real, estos juegos tradicionales están ofreciendo una excelente alternativa para lograrlo.
La nostalgia y la simplicidad de estas actividades siguen demostrando que no se necesita tecnología de vanguardia para pasar un buen rato, dejando claro que la diversión no tiene fecha de caducidad.
Dado que las generaciones pasadas comparten su amor por estos juegos con las nuevas; se está creando un puente entre el pasado y el presente, donde la alegría y la camaradería son los ingredientes clave para una experiencia de juego inolvidable.