México | 09/06/2023 11:38:00 a. m. | Iván Rodríguez
El cambio climático está dando cada vez más señales de que la cosa va en serio y la muestra son las repentivas tormentas y tempestades que se registran en algunas zonas de Sinaloa, lluvias y vientos no vistas en años y que se forman en cuestión de minutos.
El término celda de tormenta o tormenta de rápida formación ya es muy común de unos dos años a la fecha, porque el clima cambia en un dos por tres, que pasa de una tarde soleada y sofocada, a una tempestad en cuestión de minutos, sorprendiendo a los meteorólogos y especialistas del tiempo.
Estas tormentas están conformadas por vientos muy fuertes, huracanados podría decirse, además de lluvias muy intensas, que pueden durar unos cuantos minutos pero que dejarán siempre daños considerables en las zonas que azotan repentinamente.
Una tormenta consiste en un enjambre de nubes convectivas, más que en un solo cumulonimbus.
La nube individual, en ese aglomerado, se conoce como célula tormentosa. Cada célula se comporta como una unidad de circulación convectiva y atraviesa su propio ciclo independientemente de las células adyacentes.
Las superceldas se forman cuando una corriente de aire cálido se encuentra con el frente frío de un sistema de baja presión.
La diferencia de temperaturas genera un vórtice de viento de eje horizontal que comienza a torcerse y elevarse en sentido vertical, formando el mesociclón.