México | 10/02/2023 07:40:00 a. m. | Adriana Ochoa
Las lunas de octubre son muy hermosas y famosas, ya que el manto estelar nos tiene preparados algunos de los mejores eventos astronómicos de 2023, entre ellos, una lluvia de meteoritos y la conjunción de la Luna con varios planetas.
Pero, sin duda, el fenómeno más esperado es el eclipse anular de Sol que podrá observarse en México el próximo jueves 14 de este mes.
La Luna será una de las grandes protagonistas de las noches estrelladas que caracterizan a este mes, principalmente porque este satélite natural es uno de los astros más cercanos al planeta Tierra.
La lluvia de estrellas, uno de los eventos que se esperan en octubre. | FOTO: Twitter.
Así que si eres un amante de la astronomía, ve alistando el telescopio, porque el calendario astronómico de octubre ofrecerá un verdadero espectáculo en el firmamento, a medida que se acercan los últimos meses del año.
En esta fase, la Luna saldrá después de las 23:00 horas y se ocultará alrededor del mediodía siguiente, de manera que se podrán observar mejor los detalles de sus sombras y cráteres.
Durante la madrugada de este día, la Luna menguante estará acompañada del llamado «lucero del amanecer» a 5 grados de distancia. En medio de ellos, se podrá ver la estrella más brillante de la constelación de Leo: Regulus, mientras que Venus se apreciará particularmente luminoso.
Este es probablemente el fenómeno astronómico más esperado del año. Se trata de un eclipse anular de Sol en el cual la Luna no alcanza a cubrir por completo el disco solar, por lo que queda expuesta una parte del Sol en forma de anillo. De ahí que se le llame ‘Anillo de Fuego’.
Los expertos advierten que a diferencia de un eclipse total de Sol, en los eclipses anulares jamás debe retirarse el filtro de protección para poder observarlo. Este suceso será visible en países como:
Luna nueva de octubre. | FOTO: Twitter.
La lluvia de meteoros de las Oriónidas serán todo un espectáculo visual en el cielo nocturno, ya que en su mayoría se trata de bólidos celestes, es decir, un meteoro muy brillante que se caracteriza por parecerse a una bola de fuego.
Esta masa mineral, procedente de la disgregación de los asteroides o de la fragmentación de algún cometa, atraviesa rápidamente la atmósfera y después estalla en pedazos.
Ocurre cuando los castores se preparan activamente para sobrevivir al invierno.