Sinaloa | 11/01/2023 12:36:00 p. m. | Luz Noticias
¿Silvia o Alicia Fierro? Así es como se le identifica en la leyenda de la Mujer de Blanco en la Pérgola de Los Mochis a la joven que bailó después de muerta y que inmortalizó a la ciudad y a esa pila de agua enclavada en el cerro de la Memoria.
Algunos historiadores la nombran como Silvia, otros como Alicia Fierro, este último nombre en referencia, aún no comprobada, de una tumba en donde dicen que descansan los restos de la joven de la leyenda, aquella que se quedó con la chamarra del apuesto joven que bailó con ella esa noche fría de diciembre de 1967.
Se trata de una tumba abandonada en el Panteón Municipal de Los Mochis, cuyo epitafio dice: Alicia Fierro R, con fecha 11-22-55, cuya edad era de 21 años al momento de dejar este mundo. «Recuerdos de nuestra hija de sus padres y hermanos».
Realidad o no, ahí yace la tumba de una joven, que se le ha relacionado por años con la leyenda de La Mujer de Blanco o de la Pérgola de Los Mochis, aquella que tuvo su último baile de la mano de un joven que se enamoró perdidamente de ella.
En sí, nadie sabe quién es o de quien se trata la mujer de la historia, lo que sí es real que la ciudad de Los Mochis es famosa por la historia de la mujer que se aparece en el Cerro de la Memoria, en la Pérgola.
Era diciembre de 1967 cuando un grupo de amigos, mochitenses la mayoría, llegaba todos en pareja al baile, donde la banda tocaba las mejores piezas de música de viento y que hacían cálida esa noche fría.
Entre ese grupo de jóvenes estaba un joven, sin pareja para bailar, cuando ve entre la multitud a una joven de piel blanca, con una belleza que impactaba, con un vestido blanco que resaltaba entre todas las presentes.
Sin pensarla la invita a bailar y la joven aceptó, pero cuando bailaban el hombre notó que la muchacha, de nombre Silvia o Alicia Fierro, tenía las manos muy frías, pensó que era por el gélido viento que corría en lo alto de la pérgola, a la mitad del cerro.
La leyenda que luego de bailar varias piezas, la joven preguntó por la hora, a lo que el hombre, ya enamorado de Silvia, le dice que eran las 12 de la noche.
Ella desesperada y temblando le dijo que ya era hora de regresar a casa, por lo que el joven le puso su chamarra, porque no dejaba de temblar y se fueron a casa de Silvia.
Al día siguiente, el enamorado volvió al domicilio en donde dejó a la joven Silvia y al tocar la puerta le abre una señora de edad avanzada, quien era la madre de la muchacha.
Al preguntar por ella, se puso triste, pensando que era una broma, a lo que el enamorado le dijo que justamente la noche anterior la dejó en esa misma casa.
La señora se remitió a decir que se trataba de su hija, mientras le enseñaba una foto, pero que había muerto unos días antes en un accidente automovilístico, a la edad de 18 años.
Se cuenta que el enamorado de Silvia fue llevado al panteón por la madre de Silvia y en la tumba de la joven, estaba la chamarra que una noche antes le prestó y ahí nació la leyenda de «La Mujer de blanco o de la Pérgola en Los Mochis»