Sinaloa | 11/15/2023 03:45:00 p. m. | Víctor Acosta
Si alguna vez has caminado por las calles de Los Mochis, es probable que hayas sido testigo de la impactante danza que Édgar Carrazco despliega en las esquinas de la ciudad.
Este joven de 24 años ha conquistado los semáforos y las plazas con sus movimientos de break dance, llevando alegría a cada rincón de la ciudad.
La historia de Édgar es la de un apasionado del baile, cuya travesía comenzó hace nueve años en la Plazuela 27 de Septiembre durante una visita escolar.
Desde entonces, ha transformado las calles en su escenario personal, compartiendo su arte con los transeúntes.
Su rutina diaria, que inicia entre las 10 y 11 de la mañana, coincide con el tráfico vehicular más intenso. Concluye alrededor de las 7 de la tarde, momento en el que regresa a casa después de haber alegrado las calles con su arte.
Édgar no se limita a movimientos preestablecidos; su enfoque es simple pero dinámico, a menudo improvisando nuevos trucos impulsado por la emoción del momento.
Aunque el break dance es su pasión, Édgar no depende exclusivamente de sus habilidades en la danza para mantener a su familia.
Además de sus actuaciones en la calle, trabaja como despachador de gasolina en horario nocturno, un empleo que le permite contribuir al sustento de su esposa y sus tres hijos.
Entre sus dos trabajos, Édgar está decidido a sacar adelante a su familia, y su esposa juega un papel fundamental en motivarlo a seguir persiguiendo su pasión.
Asegura que, aunque enfrenta desafíos, duda mucho en abandonar el break dance, a menos que surjan circunstancias excepcionales.
Frente al ocasional rechazo que enfrenta, Édgar mantiene una perspectiva positiva: «Si he sentido el rechazo y las caras chuecas, pero digo es mi trabajo, estoy haciendo lo que me gusta, es problema de ellos».
Con una familia que lo respalda y una comunidad que lo reconoce, Édgar Carrazco se mantiene firme en su pasión por el break dance, dejando un rastro de alegría en cada esquina de Los Mochis. Para aquellos jóvenes que comparten su amor por este arte, Édgar les aconseja que combinen sus pasiones con estudios y trabajo, recordándoles que las pasiones nunca se deben abandonar.
Édgar Carrazco se instala regularmente en la esquina de Álvaro Obregón y Antonio Rosales, en el Centro de Los Mochis. Cuando lo veas, reconoce su esfuerzo y trabajo, otorgándole unas monedas o, mejor aún, un billete en agradecimiento por la alegría que comparte a diario.