Policiaca | 12/05/2023 08:02:00 p. m. | Ernesto Torres
Después de 9 años y 5 meses de incertidumbre y dolor, en medio de múltiples conflictos con las autoridades, largas y extenuantes jornadas bajo los fuertes rayos del sol en intensas búsquedas, y tras casi mil cuerpos localizados durante ese tiempo, la líder de Las Rastreadoras de El Fuerte, por fin recibió la notificación de que los restos localizados el año pasado enterrados en una fosa clandestina eran de su hijo Roberto Corrales Medina.
La activista Mirna Nereyda Medina Quiñónez fue llamada ayer lunes a la Fiscalía General de la República, en donde un agente federal le entregó los resultados de las muestras genéticas a los restos óseos localizados el pasado 5 de octubre del 2022 en una zona enmontada de Ocolome, El Fuerte, durante una búsqueda federal.
Los estudios dieron positivo el 99.9 % con su hijo privado de su libertad el 14 de julio del 2014.
Una búsqueda que desde ese entonces se había calificado como especial, pues cada año en la fecha en la que desapareció Roberto volvían a ese sitio, un lugar donde un informante les alertó que había una fosa clandestina.
Ese día, tras varias horas de búsqueda localizaron pocos restos óseos, que posteriormente, tras las pruebas de ADN, resultaron compatibles con la líder de Las Rastreadoras.
Cuando Roberto Corrales Medina fue privado de la libertad tenía 21 años de edad, estaba en una gasolinera en El Fuerte, donde vendía discos y memorias USB; desde entonces, su madre, Mirna Medina, dejó las aulas donde impartía clases para buscarlo, pues la autoridad se mostró indolente ante su reclamo, diciéndole que ellos no buscaban cuerpos.
Fue entonces que decidió salir a buscarlo, solicitando informes que la llevaran al paradero de su hijo, pero antes de eso, sus primeros cuerpos en fosas clandestinas en Mochicahui, El Fuerte, causaron enojo de las autoridades de la Fiscalía (entonces Procuraduría General de Justicia del Estado); incluso fue detenida junto a otras madres de desaparecidos por exhumar cuerpos, y tras varias horas quedaron libres.
La intimidación y bloqueos por parte de las autoridades no la hicieron desistir. El dolor y la angustia de madre era mayor, y a la fecha ha sido ejemplo de valor para muchas mujeres que sufren la desaparición de sus hijos.
Incluso es reconocida a nivel nacional e internacional por su labor; sin embargo, nada de eso le hacía menguar su dolor.
El eslogan de Las Rastreadoras de El Fuerte es «Hasta encontrarlos», y de este modo Mirna Nereyda le cumplió la promesa a su hijo de encontrarlo.
La causa de la muerte de Roberto aún es una incógnita, pero hoy se sabe que cuando recién sucedió su «levantón», fue encontrado poco después por un vaquero en un cerro de Ocolome, El Fuerte; el joven tenía horas de haber sido asesinado.
Al hallarlo el hombre avisó a la entonces Policía Ministerial del Estado; estos fueron y le ordenaron que no dijera nada porque se metería en problemas, pero del cuerpo nada se supo.
Un año después, el mismo hombre pastoreaba ganado y se encontró un cuerpo semienterrado en esa misma zona; para su sorpresa era la ropa del cuerpo que había avisado a los ministeriales un año atrás.
Entonces ahora decidió alertar a la Policía Municipal de El Fuerte, pero la historia se repitió y presuntamente fue enterrado de nueva cuenta en una fosa clandestina a unos metros del lugar.
Cabe mencionar que, en las funerarias de la región, hay más de 100 cuerpos en resguardo y bajo custodia de la FGR y de la FGJE, a los que se suman 760 aproximadamente que tampoco se han identificado.
De estos, poco más de 100 son de los encontrados en El Guachapori, un predio de Cobayme, Ahome.