En esta casona es el sepelio de la madre de «El Chapo» en Badiraguato

Sinaloa | 12/11/2023 08:23:00 a. m. | Luz Noticias

La conocida «Casa Rosa» se ubica en los imponentes montes de la Sierra Madre Occidental, ahí será velada la mamá de Joaquín «El Chapo» Guzmán.

En un remoto rincón de Badiraguato, entre los imponentes montes de la Sierra Madre Occidental, se encuentra la emblemática y conocida «Casa Rosa», el hogar que albergó a Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín «El Chapo» Guzmán.

Este enclave, escondido en el poblado de La Tuna, se ha convertido en un símbolo de importancia histórica en la región, además esta casa será más famosa aún más con la muerte de la madre del conocido capo sinaloense.

La residencia de color rosa pastel, con amplios espacios que apenas superan los dos pisos, destaca en el paisaje del rancho La Tuna. Se trata del hogar de Doña Consuelo, una mujer que mantuvo un perfil discreto a pesar de ser madre de uno de los líderes más reconocidos del cártel de Sinaloa.


Así es la casa de Doña Consuelo. | FOTO: Cortesía.

Su muerte:

El pasado domingo 10 de diciembre, los medios nacionales y especializados en temas de crimen organizado y narcotráfico reportaron el fallecimiento de Consuelo Loera, acontecido en un hospital privado de Culiacán debido a causas naturales.

A pesar de la asociación de su hijo con el mundo del narcotráfico, Consuelo Loera se caracterizó por abogar por la dignidad y el trato humano hacia su hijo, quien se encuentra preso en Estados Unidos. A lo largo de su vida, rara vez abrió las puertas de su residencia a los medios de comunicación.

Conocida también como «La Casa Rosa», esta vivienda se encuentra en Badiraguato, Sinaloa, la tierra natal de «El Chapo» Guzmán.


En lo alto de la sierra de Badiraguato se ubica la casa de Doña Consuelo. | FOTO: Cortesía.

Segunda fuga de «El Chapo»:

A pesar de su modesta apariencia desde fuera, imágenes captadas por la agencia Cuartoscuro revelaron la presencia de un patio trasero con un quiosco personal para Consuelo Loera y varios cuartos construidos hacia abajo, dentro de la sierra.

El acceso a la propiedad estaba marcado por un camino ascendente rodeado por una valla metálica de color blanco, más ornamental que por medidas de seguridad.

Contrario a las expectativas generadas por la posición de su hijo en el mundo del crimen, Consuelo Loera  se mostró como una mujer serena y hospitalaria, llegó incluso a ofrecer comida a los reporteros de Univisión que visitaron su hogar en el pasado.

El legado de Consuelo Loera perdura en esta icónica residencia, que más allá de su apariencia, representa la historia y la discreción de una madre que permaneció en la penumbra de la fama de su hijo, uno de los hombres más poderosos en la historia de las organizaciones criminales en México.

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