Sinaloa | 01/05/2024 07:50:00 a. m. | Israel Castro
Parece que fue ayer cuando el gobierno federal y estatal de Sinaloa confirmaron la detención de Ovidio Guzmán López, alias «El Ratón», hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, un 5 de enero del 2023 en el «culiacanazo 2.0» y hoy a un año del acontecimiento, recordamos lo sucedido.
Ese día y después de haberlo estado planeando durante aproximadamente 6 meses, las autoridades lograron capturar con éxito a Ovidio Guzmán en la sindicatura de Jesús María, obteniendo «su revancha» del primer «culiacanazo» en el que las cosas no resultaron del todo bien, efectuado el 17 de octubre del 2019.
El operativo inició alrededor de las 2 de la mañana de ese jueves 5 de enero, con un helicóptero de combate UH-60M Black Hawk de las fuerzas armadas listo para concretar la captura del hijo del famoso narcotraficante.
Según el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, la Guardia Nacional fue clave para ejecutar con éxito el operativo y la detención, trabajando en completa sintonía con las fuerzas federales, estatales y del ejército.
Tras su detención, los distintos grupos criminales no tardaron en crear caos en la ciudad afectando distintos puntos de la misma; robando e incendiando automóviles, intentos de extorsión, teniendo fuegos cruzados con fuerzas policiacas, entre otros actos delictivos.
A diferencia del primer «culiacanazo», el hecho de que los disturbios iniciaran en la madrugada «ayudó» a que todas las empresas, escuelas y organizaciones suspendieran a tiempo las actividades de ese día, generando que muy pocas personas inocentes salieran de sus hogares, manteniéndose a salvo.
Las citas en hospitales fueron canceladas, al igual que las clases en todos los niveles académicos, la jornada laboral y hasta las llegadas y salidas del Aeropuerto Internacional de Culiacán, todo con la intención de no poner en riesgo a la población.
Con el paso de las horas y después de que la captura fuera definida como un éxito, la ciudad poco a poco volvió a la normalidad y si bien es cierto que durante el «culiacanazo 2.0» hubo más personas fallecidas, estas fueron las que estuvieron directamente involucradas en el enfrentamiento, no personas inocentes.