México | 01/10/2024 10:51:00 a. m. | Israel Castro
La cultura popular mexicana ha estado llena de debates existenciales que dividen a la población en posturas completamente opuestas. El hecho de si las quesadillas forzosamente llevan queso es uno de los más famosos, pero otro que no se queda atrás es el que involucra al tomate y al jitomate.
El problema con estos alimentos está en que una gran cantidad de personas piensa que son lo mismo, mientras que otros creen que sí son diferentes pero no saben cómo diferenciarlos; a continuación te aclararemos todas tus dudas.
Comenzamos aclarando que, efectivamente, el jitomate y el tomate son dos productos distintos que cuentan cada uno con unas características específicas, aunque también comparten ciertas similitudes, como el hecho de que ambos son plantas herbáceas.
El tomate (tomate verde) -Physalis ixocarpa- nace de una planta de entre 15 a 60 cm de altura sensible a las heladas, con sistema radicular pivotante, profundo y poco ramificado.
Tiene hojas alternas ligeramente ovadas. Su tallo es largo y sus ramas están cubiertas en forma de corazón; sus flores son monopétalas, amarillentas y con manchas oscuras.
El jitomate o tomate rojo proviene de tallo grueso, pubescente y largo. Tiene un sistema radicular pivotante, profundo y poco ramificado. El tallo principal se forma de tallos secundarios compuestos de epidermis con pelos glandulares, corteza, cilindro vascular y tejido medular, por lo cual la planta no se sostiene por sí sola y es necesario el empleo de tutores para su sostén.
El gran debate se explica sencillamente por unos regionalismos. En el centro y en el sur del país, al fruto rojo se le conoce como «jitomate» y al verde como «tomate»; mientras que en el norte de México, al fruto rojo se le dice directamente «tomate» y al verde «tomatillo».