México | 01/25/2024 06:16:00 a. m. | Luz Noticias
Los corridos son una forma de expresión musical que ha acompañado la historia de México desde hace más de un siglo; a través de estos versos se han narrado los acontecimientos más relevantes de la vida política, social y cultural del país, así como las hazañas y desventuras de personajes populares o célebres.
Uno de los temas más recurrentes en los corridos contemporáneos es el del narcotráfico, que ha cobrado una gran relevancia en las últimas décadas por su impacto en la seguridad, la economía y la sociedad mexicanas.
Así, figuras como Joaquín «El Chapo» Guzmán, Lamberto Quintero o Ismael «El Mayo» han sido objeto de numerosas canciones que exaltan o critican sus actividades ilícitas.
Sin embargo, el fenómeno de los corridos sobre narcotraficantes no es nuevo, sino que tiene sus antecedentes en el siglo XIX, cuando surgieron los primeros contrabandistas que desafiaron al poder establecido y se convirtieron en leyendas populares.
El primero que quedó inmortalizado en un corrido ni siquiera era narcotraficante, sino contrabandista; se trata de Mariano Reséndez Garza, mejor conocido como «El Contrabandista», quien nació en 1860 en el rancho Charco Escondido, cerca de Reynosa, Tamaulipas.
Reséndez provenía de una familia acomodada que se dedicaba a la ganadería, la agricultura y el comercio, pero él decidió hacer su propia fortuna traficando con productos textiles provenientes de Estados Unidos.
De acuerdo al libro «Cantar a los narcos», de Juan Carlos Ramírez Pimienta, Reséndez contaba con una red de cómplices que le permitía introducir y distribuir la mercancía ilegal en sus propias tiendas, aprovechando las alianzas que tenía con funcionarios públicos, incluidos agentes aduaneros.
Reséndez se ganó el respeto y la admiración de muchos habitantes de la región centro y norte de Tamaulipas, que lo veían como un símbolo de la resistencia civil contra el gobierno autoritario de Porfirio Díaz.
Su fama trascendió las fronteras y llegó a oídos del embajador de México en Estados Unidos, Matías Romero, quien en abril de 1887 solicitó la colaboración de las autoridades estadounidenses para vigilar sus movimientos.
La captura de Reséndez no fue fácil, pero en el año de 1887 fue sorprendido en su casa de Charco Escondido en un operativo encabezado por el general Eulalio Vela.
«El Contrabandista» fue asesinado cuando era trasladado para la ciudad de Monterrey.
Su vida y su muerte quedaron inmortalizadas en un corrido titulado «Mariano Reséndez», que se considera el primer antecedente de los corridos en México y ha sido interpretado por diversos artistas, entre ellos Los Alegres de Terán.