Sinaloa | 02/02/2024 12:15:00 p. m. | Esthela García
En el norte de Sinaloa, los Yoremes, pertenecientes a la cultura Mayo-Yoreme, están inmersos en los preparativos de los 28 Centros Ceremoniales que marcarán la Cuaresma y la próxima Semana Santa. Estos centros son puntos significativos donde la comunidad conmemora la vida, muerte y resurrección de Jesús, realizando las procesiones" cada viernes de Cuaresma.
En San Miguel Zapotitlán, Ahome, el centro ceremonial recibe anualmente a 7 mil visitantes, mientras que en Mochicahui, El Fuerte, se congregan alrededor de 7 mil personas. La riqueza cultural de los Yoremes se manifiesta en estos lugares durante la Semana Santa.
Ahome cuenta con diversos Centros Ceremoniales, como La Florida, Ohuira, 5 de Mayo, San Miguel Zapotitlán, Vallejo, San Isidro, Bacorehuis, Lázaro Cárdenas, Carricito, El Colorado, y El Estero de Juan José Ríos. En El Fuerte, también se activan sitios como Mochicahui, Charay, Sibirijoa, Tehueco, Capomos, Jaguara II, y el sagrado Jahuara II.
Choix presenta sus centros ceremoniales en Huites, Baca, Baymena, San Javier, y Cieneguita de Núñez. Guasave cuenta con El Cubilete y Juan José Ríos, mientras que Sinaloa de Leyva tiene La Playa y Ocoroni. Angostura destaca con el Centro Ceremonial de San Luciano de Angostura.
La celebración para los Yoremes es una expresión alegre y festiva de la muerte de Cristo, involucrando a niños, jóvenes y adultos.
Durante la Cuaresma, los judíos salen a «güeyar» (buscar a Jesús) en los pueblos durante seis viernes, identificando cruces en cada casa Yoreme. El miércoles de tiniebla, en la Semana Mayor, se caracteriza por apagar las luces, simbolizando la prisión de Jesucristo.
Durante la "conti", representan a personajes como las Marías, Marianos, Pilatos, y un judío que simboliza el mal, este último prohibido de portar santos en su atuendo.
El «conti» es una procesión de catorce paradas, culminando con la corrida del santo el sábado de gloria.
En este evento, los pascolas, vestidos de blanco, representan la victoria del bien sobre el mal, cerrando el ciclo con la llegada de un nuevo año. La cultura Yoreme se manifiesta con fuerza en estos rituales, preservando sus tradiciones ancestrales durante la Semana Santa.