Tras un año de persecución, exigen al gobernador Rocha que pare de hostigar trabajadores de la UAS

Sinaloa | 02/07/2024 10:58:00 a. m. | Osmar Zavala

Las declaraciones de Lizárraga ponen de manifiesto tensiones en torno a la autonomía universitaria y resaltan la resistencia de la institución.

Robespierre Lizárraga Otero, quien ocupa el cargo de encargado de rectoría en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), hizo públicas graves acusaciones contra el gobierno estatal, señalándolo de perpetrar un continuo hostigamiento hacia personas y trabajadores de la institución, en lo que él describe como una campaña de persecución política que se ha prolongado por más de un año.

Lizárraga expresó su preocupación ante lo que él describe como «flagrantes violaciones de derechos» hacia miembros de la comunidad universitaria, así como también hacia periodistas que han sido presionados. 

»Los personajes que lo asesoran lo han equivocado en su actuar, el cree que persiguiendo universitarios y hostigado gente va a lograr su cometido de tomar por asalto a la universidad, esto no es así. Nosotros vemos que hay flagrantes violaciones a los derechos humanos de compañeros trabajadores y los compañeros de la prensa. Creemos en el derecho y la justicia y no vamos a permitir que por un capricho político se esté hostigado a la gente», expresó.

En sus palabras, el gobierno estatal estaría equivocando su estrategia al intentar «tomar por asalto» a la universidad mediante estas acciones de hostigamiento.

Asimismo, el encargado de rectoría ha enfatizado en la importancia de defender la autonomía universitaria y el respeto por el derecho y la justicia, dejando claro que no permitirán que intereses políticos afecten el funcionamiento de la institución.

Se vienen más marchas y manifestaciones

Ante esta situación, Lizárraga anunció que se llevarán a cabo marchas y manifestaciones para denunciar públicamente el hostigamiento por parte del gobierno estatal.

No obstante, resalta que a pesar de estas dificultades, la universidad ha logrado continuar con sus actividades sustantivas de forma correcta, mostrando así una resistencia ante la presión política.

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