Internacional | 02/08/2024 02:00:00 a. m. | Ingrid Mateos
En muchas partes del mundo, una de las celebraciones anuales que no pueden faltar es el día de San Valentín, el 14 de febrero.
Y aunque las calles se llenen de enamorados regalándose flores y chocolates, el día de San Valentín es un festejo que tiene un origen trágico que ha prevalecido por muchos siglos.
Esta celebración de origen católica se originó en Roma a mediados del siglo III y aunque su historia tiene muchas versiones, odas coinciden en que está llena de actos de amor.
El 14 de febrero se le conoce porque ese día se ejecutó a Valentín de Roma, sin embargo, lo curioso es que este día coincide con la ejecución de 3 hombres llamados de la misma forma pero en diferente año.
Uno de los tres hombres llamados Valentín era un médico y a pesar de su profesión, se dedicaba a casar parejas a escondidas, desafiando las órdenes del emperador Claudio II quien decía que el matrimonio era una desventaja para sus tropas, además de que la religión católica estaba prohibida.
Al ser descubierto, fue decapitado en el año 269, no sin antes generar una de las leyendas más representativas en cuanto a historias de amor (a pesar de estar llena de muerte también).
Otra parte de la leyenda de San Valentín de Roma menciona que cuando estaba encarcelado esperando que su sentencia se cumpliera, se dio cuenta de que la hija del carcelero era ciega.
Mientras unos dicen que fue el carcelero que le pidiera orar por la salud de su hija, otros mencionan que Valentín se enamoró de ella.
Al final, el milagro sucedió, pues la hija del carcelero recupero la vista, pero pese a esto, nada detuvo que Valentín fuera decapitado por sus crímenes.
Otra versión de la historia añade que la hija del carcelero se curó porque Valentín le entrego un papel con su nombre escrito y, al momento de abrirlo, la joven mujer recupero la vista.
Años después, el emperador Gelasio I buscaba eliminar las fiestas de Lupercalia, que se realizaban en honor a Lupercus, el dios de la fertilidad y la protección del ganado, así como en honor a la fundación de la ciudad de Roma.
Durante esta celebración se realizaban sacrificios, además de que se latigaba a mujeres, con el pretexto de que esto les ayudaría a ser fértiles.