México | 02/14/2024 07:43:00 a. m. | Adriana Ochoa
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta sobre la inminente llegada de cinco olas de calor, que azotarán México entre marzo y julio de este año.
Se prevé que el 2024 sea notablemente más caluroso que el año anterior, con temperaturas que podrían superar los 40 grados centígrados en algunas áreas, según datos del SMN.
Estas olas de calor se desatarán en marzo, dos en abril, una en mayo y otra en junio, con consecuencias que podrían extenderse a lo largo de los meses posteriores.
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Se estima que todos los estados de México se verán afectados por las altas temperaturas, con las regiones del Norte, como:
Por otro lado, las entidades del Sureste, como la Península de Yucatán, enfrentarán no solo altas temperaturas, sino también niveles elevados de humedad, lo que agrava la sensación térmica y las condiciones de confort.
El director de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, Víctor Hugo Páramo, ha advertido sobre la posibilidad de entre tres y ocho contingencias ambientales por ozono durante el año en curso. Se espera que abril y mayo sean los meses con concentraciones más peligrosas.
Estos pronósticos se ven agravados por las condiciones de sequía y la ausencia de lluvia, lo que también podría contribuir a niveles elevados de partículas en suspensión, especialmente partículas M10.
Una ola de calor se define como un periodo prolongado de tiempo extremadamente caluroso, seco o húmedo, que ocurre de día o de noche y que inicia y termina de forma abrupta, con una duración de por lo menos dos o tres días.
Estos eventos climáticos extremos no solo implican un aumento considerable de temperatura, sino que también traen aparejados una serie de problemas en la salud y en la economía de las sociedades.
Los informes realizados por los expertos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) han demostrado que en los últimos 50 años la frecuencia de las olas de calor ha aumentado considerablemente, y el cambio climático está contribuyendo a la intensificación y a la periodicidad de estos eventos en todo el mundo.
Es necesario que se tomen medidas preventivas y de adaptación para mitigar los efectos adversos de estas condiciones climáticas extremas en la población y en el medio ambiente.