Sinaloa | 02/26/2024 12:28:00 p. m. | Enrique Chan
El Recodo, tiene todo para ser un Pueblo Señorial, por ello la Secretaría de Turismo en Sinaloa buscó a través del programa «Sinaloa con Encanto Rural» generar nuevos atractivos turísticos como tres murales, uno de ellos dentro de un callejón dedicado a Don Cruz Lizárraga y un parador fotográfico consistente en la nomenclatura de la comunidad.
Ante ello, Alfonso Lizárraga, hijo del fallecido Cruz Lizárraga, quien era originario del poblado, mencionó que es un orgullo que se le reconozca de esta manera a su padre, quien siempre fue un promotor de El Recodo a nivel nacional e internacional, e impulsor de la música de banda sinaloense, que ha colocado a este lugar recóndito de Mazatlán, en el radar de miles de turistas.
El líder de la Banda El Recodo de Don Cruz Lizárraga ponderó esta acción como algo que viene a reforzar los esfuerzos en promoción turística de la zona rural del municipio, especialmente del lugar que vio nacer a su padre como persona y como músico.
Con una callejoneada, al ritmo de la música de tambora, Poncho Lizárraga junto a la secretaria de Turismo en Sinaloa, Estrella Palacios y otros funcionarios de Sectur, así como del municipio como Martín Ochoa, titular de Desarrollo Económico, Turismo y Pesca de Mazatlán, recorrieron el poblado para hacer inauguración de cada uno de los nuevos atractivos.
En una primera parada dentro del callejón Cruz Lizárraga, Estrella Palacios Domínguez comentó que además de los Pueblos Señoriales de la entidad, se integraron comunidades que tienen el potencial de obtener el título, para que a través de ello, se impulse el flujo turístico y con ello, la prosperidad de los habitantes de los poblados.
Mencionó que además de ser la cuna de la música de banda sinaloense, El Recodo cuenta con una historia que data de casi 200 años de fundación, así como relatos y tradiciones que lo hacen un lugar atractivo de visitar, además del museo dedicado a Don Cruz Lizárraga.
Así mismo, se hizo la inauguración de dos murales más, además de las letras como «parador fotográfico» en medio de un ambiente festivo.