México | 02/29/2024 07:25:00 a. m. | Adriana Ochoa
El «consumo fantasma» de CFE, un término que cada vez resuena con más fuerza en los hogares, revela un aspecto oculto y costoso del uso de electrodomésticos.
Aunque aparentemente inactivos, ciertos dispositivos continúan absorbiendo electricidad, contribuyen al aumento de la factura energética y dejan una huella de carbono ambiental significativa y el incremento en el recibo de la luz de CFE.
La creencia común de que apagar los electrodomésticos elimina su consumo energético es desafiada por descubrimientos recientes.
La Agencia Internacional de la Energía revela que incluso en estado de reposo, los dispositivos consumen cerca de 1.6 kilovatios al día en un hogar promedio, representa entre el 5% y el 10% del consumo total de energía domiciliaria.
Además de estos, otros electrodomésticos contribuyen al «consumo fantasma»:
Las estrategias para mitigar este consumo incluyen el uso de enchufes múltiples con interruptores y detectores de movimiento, así como la desconexión directa de los dispositivos no utilizados.
Asimismo, la adquisición de electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética, como ENERGY STAR, y la configuración adecuada de los ajustes de energía de los dispositivos pueden marcar una diferencia significativa en la reducción del consumo fantasma.
En un mundo donde la eficiencia energética y la sostenibilidad son imperativos, identificar y abordar el consumo fantasma se convierte en un paso crucial hacia un uso responsable de la energía y la preservación del medio ambiente.
El consumo fantasma representa un reto a la hora de disminuir la factura de la electricidad. No obstante hay diversas formas en las que se puede mitigar este gasto.
Por más obvio que pueda llegar a sonar, esta es la alternativa más efectiva que tienen las personas de asegurarse que los electrodomésticos no produzcan consumo fantasma.