Sinaloa | 04/24/2024 11:14:00 a. m. | Adriana Ochoa
Desde hace décadas, el «Hotel Colinas», anteriormente conocido como «Holiday Inn», es un punto de referencia en la ciudad de Los Mochis. Ubicado majestuosamente sobre una colina, con vistas al imponente «Cerro La Memoria», este establecimiento ha acogido a visitantes desde 1981, año en que abrió sus puertas al público.
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Con su encanto, su ubicación privilegiada y las numerosas atracciones que ofrecía, el Hotel Colinas se convirtió en el destino preferido de chicos y grandes para quienes buscaban entretenimiento, diversión y descanso en la región.
FOTO: Cortesía.
Sin embargo, en los últimos años, el hotel permanece cerrado al público. A pesar de haber sido sometido a remodelaciones, las esperanzas de muchos sobre una posible reapertura se desvanecieron.
Hasta el día de hoy, el destino del Hotel Colinas es un misterio. ¿Volverá este encantador lugar a su antigua gloria? Esa incógnita persiste en la mente de los habitantes locales y los amantes de este icónico establecimiento.
Mientras tanto, el Hotel Colinas permanece erguido como un testigo silencioso de innumerables historias y experiencias compartidas por personas de todas las edades.
Cada rincón de este edificio alberga recuerdos que perduran en la memoria de quienes alguna vez lo visitaron, recordándonos la importancia de conservar y valorar nuestro patrimonio histórico y cultural.
FOTO: Cortesía.
Los Mochis aguarda con expectación el futuro del Hotel Colinas, con la esperanza de que algún día vuelva a brillar con la misma intensidad que en sus días de gloria.
Un terrible accidente marcó la historia de Los Mochis. La mañana del 29 de enero de 1986 ocurrió la peor tragedia aérea de la historia del noroeste del país. La «Guajolota» un avión DC-3 matrícula XA-IOR de Aerocalifornia se estrelló y mató a 18 pasajeros y tres tripulantes.
La Aeronáutica Civil informó que el avión salió de Villa Constitución, Baja California a las 07:30 horas. Al llegar a Los Mochis, a las 08:00 horas, personal de la torre de control le avisó al capitán del avión Modesto Copado Hernández que el Aeropuerto Internacional del Valle del Fuerte estaba cerrado por la intensa neblina.
También le avisaron que no podía aterrizar en Las Lomitas (pista ubicada a un kilómetro al sur del Hotel Colinas, a escasos 300 metros de la Carretera Internacional) por la falta de visibilidad en esa área y que se dirigiera a otros aeropuertos alternos, como El Fuerte, Ciudad Obregón o Culiacán.
El experimentado capitán traía combustible suficiente para tres horas de vuelo y podía ejecutar cualquiera de esas recomendaciones. Sin embargo, se aventuró a aterrizar en la pista de Las Lomitas.
En el primer intento no lo logró. Entonces se dirigió a la pista de Santa Rosa. Tampoco pudo. Nuevamente se dirigió a Las Lomitas, donde fue visto virar en torno al Hotel Colinas. Momentos después se escuchó el choque contra la tierra.
De acuerdo a Aviación Mundial. La aeronave cayó recargada sobre la puerta, por lo que nadie pudo escapar. Minutos después ocurrió la fatídica explosión. No quedó nadie vivo.
Por la módica cantidad de 30 pesos, de aquel entonces, tenías derecho a disfrutar de las albercas y los famosos toboganes, como el acuatubo, que era de lo más extremo el lanzarse por ese angosto tubo a toda velocidad.
También, por esa entrada podías disfrutar de una miniferia, que estaba en los patios adjuntos del Colinas, que contaba con brincolines, carritos chocones, entre otros juegos mecánicos.
Incluso, las albercas del Hotel Colinas estaban de moda en esos años, ya que las universidades realizaban en ellas las fiestas del Día del Estudiante y otros eventos.