Sinaloa | 05/08/2024 10:58:00 a. m. | Víctor Acosta
Ocho años y tres meses fue el tiempo exacto que tardó Mirna Nereyda Medina Quiñones para encontrar a su hijo, quien desapareció sin dejar rastro alguno.
Sin darse cuenta, la mujer engendró y dio inicio a uno de los movimientos de exigencia más aterradores y visibles del país: la existencia de personas desaparecidas por la delincuencia organizada.
Mirna Medina, fundadora del colectivo Las Rastreadoras de El Fuerte, narró en una entrevista reciente el viacrucis que vivió durante poco más de 8 años, para dar con el paradero de su hijo Roberto Corrales.
Según lo contado por la rastreadora, su hijo desapareció un 14 de julio del 2014 en una comunidad del municipio de El Fuerte, Sinaloa, donde unos hombres se lo llevaron con rumbo desconocido.
Enterada sobre la situación, la rastreadora buscó el apoyo de las autoridades para dar con el paradero de su hijo, pero al percatarse que no era tomada en cuenta, comenzó su propia búsqueda por montes, canales y orillas de los ríos.
En este trayecto, descubrió que no era la única que atravesaba el problema de desaparición forzada, por lo que comenzó a fortalecer a un grupo de mujeres que buscaban a sus seres queridos, la situación la hizo sentirse menos sola.
El 12 de septiembre del 2014, se llevó a cabo la primera marcha en El Fuerte, para exigir a las autoridades la atención a la problemática, marcha a la que se unieron decenas de mujeres y hombres que tenían el mismo problema; la respuesta fue que solamente tenían el reporte de 4 personas desaparecidas.
Desilusionadas de la situación, Mirna y el grupo de personas emprendieron acciones por su propia cuenta y desde ese entonces comenzaron a rastrear cadáveres, con métodos inventados por ellas mismas y por demás rústicos.
El método más rústico era insertar un palo de escoba en el suelo y si este se hundía o salía con un olor putrefacto, eso significaba que ahí había una fosa clandestina.
El nombre de «Rastreadoras» fue puesto por el extinto periodista Javier Valdez, quien después de preguntarle a Mirna Medina cúal era la dinámica de trabajo, terminó diciéndole que ellas «rastreaban».
En la actualidad, Mirna Medina y las Rastreadoras de El Fuerte continúan en la búsqueda de personas desaparecidas, actividad que realizan aún a sabiendas de que se exponen a diferentes tipos de peligros; sin embargo, es más fuerte su promesa de encontrar a sus «tesoros».