México | 05/17/2024 07:27:00 a. m. | Luz Noticias
La violencia entre los grupos criminales que operan en la región cobraron la vida de 11 personas inocentes en el ejido Nueva Morelia. Entre las víctimas se encuentran dos catequistas de la iglesia católica, confirman que la masacre no solo dejó un saldo de pérdidas humanas, sino también un impacto profundo en la comunidad religiosa.
Desde el pasado viernes 10 de mayo, los habitantes de Lázaro Cárdenas y Nueva Morelia reportaron una creciente presencia de sujetos armados y cortes de energía eléctrica. Estos eventos se enmarcan en la pugna entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La situación llegó a su punto más crítico el 13 de mayo, cuando un comando de sicarios irrumpió en Nueva Morelia y masacró a 11 personas, entre ellas cinco mujeres y seis hombres.
FOTO: Twitter.
Ignacio López, conocido por sus firmes condenas hacia las prácticas de los grupos criminales, fue asesinado junto con al menos cinco miembros de su familia.
Entre las víctimas están su esposa Isidra Sosme Temich, su hermana Rosalinda López, su padre Alfonso López, su cuñada Teresita de Jesús Arrazate González, su sobrina Yohari Belén —una estudiante de 18 años— y Dolores Arrazate Córdova, tía de Teresita.
Dirección de la masacre. | FOTO: Internet.
Testimonios anónimos sugieren que detrás del asedio a Nueva Morelia estarían posibles integrantes de El Maíz, un brazo armado del CJNG. Los agresores iniciaron su ataque utilizando explosivos lanzados desde drones y luego avanzaron en una caravana de vehículos.
Durante el asalto, saquearon viviendas, incendiaron los cuerpos de las víctimas y extendieron las llamas a las casas que seguían en pie.
Algunos pobladores lograron escapar por los matorrales que rodean la comunidad, pero la zona sigue bajo la amenaza del crimen organizado. “Este ejido se encuentra dentro de una región estratégica para el control y extracción de los recursos minerales.
La masacre de Chicomuselo es un trágico recordatorio de la violencia que continúa devastando las comunidades rurales de Chiapas, afectando a familias y destruyendo la paz de localidades que hasta hace poco tiempo vivían ajenas al conflicto.