Sinaloa | 05/20/2024 10:40:00 a. m. | Ingrid Mateos
El Río Culiacán está completamente seco causando una vista desgarradora, pues el Puente Negro que está ubicado sobre este lugar ahora simplemente se erige sobre un lugar desértico y lleno de tierra.
Durante el 2024, Sinaloa está experimentando una sequía extrema, considerada como la más devastadora de las últimas décadas, pues la mayoría de los municipios están sin agua, incluida la capital de Sinaloa, en donde la mayoría de ríos y lagunas están secos.
Específicamente, el Río Culiacán está seco, dejando ver la tierra seca y con grietas, además de que hay hierva seca, algo que muchos culichis han dicho es la primera vez que observan.
La sequía de uno de los ríos más importantes de Culiacán es tan grave, que se puede caminar sobre donde antes era el cauce, sin ninguna posibilidad de encontrar agua por ningún lado.
La sequía del Río Culiacán es tan preocupante que muchos se preguntan donde quedaron los cocodrilos que habitaban este lugar.
De acuerdo a Protección Civil, los cinco cocodrilos que habían hecho de este lugar su hogar han migrado a lugares donde hay agua, pues su sobrevivencia depende totalmente de lugares donde se encuentra el vital líquido.
Según la información proporcionada, los reptiles migraron al sector de La Limita de Itaje, hacia donde continúa el Río Tamazula.
Sin la presencia de agua y sin cocodrilos, en recientes días se observó bajo el Puente Negro como una persona empezó a construir una casa en donde antes era el cauce del río.
Con una lona blanca como techo, paredes de ramas secas y las bases de la vivienda hecha de llantas, la casita bajo el Puente Negro causo la sorpresa de muchos pues, en años anteriores, era incluso vislumbrar el fondo del río en donde se encontraba esta pequeña vivienda.
Que el río Culiacán este seco ha propiciado que muchas cosas que antes no habían sido vistas ocurrieran y tal es el caso de una pareja que decidió hacer un pícnic en el lugar donde antes había agua.
Con una manta y comida, estas dos personas decidieron tener una tarde agradable en las inmediaciones del río, algo que seguramente no muchos pueden presumir.