06/05/2024 02:45:00 p. m.
El calentamiento global y la falta de lluvias nos han acostumbrado a la palabra sequía. La escasez de agua es una problemática actual muy importante que afecta a muchos niveles del día a día de todos.
Ya desde tiempos antiguos, la preocupación por recursos esenciales para la vida, como el agua, mantiene en incertidumbre a imperios y humanos. Pero existe un tipo de sequía que los ciudadanos del pasado no tenían entre sus preocupaciones: la sequía de electricidad.
La electricidad es un recurso tan útil que se ha vuelto esencial. Sin electricidad, volveríamos a unas costumbres y una forma de vida muy diferente a la actual. La introducción y proliferación del uso de la electricidad en España empezó a finales del siglo XIX.
Después de decenas de años en los que la sociedad se ha acostumbrado a la electricidad, ahora se ha vuelto un recurso esencial para llevar a cabo la mayoría de nuestras tareas.
En nuestra era actual, el auge de la Inteligencia Artificial y la necesidad de complejos microchips de última generación han hecho que se inicie un debate entre expertos del sector sobre una posible escasez de electricidad y componentes electrónicos en el futuro.
Precisamente, este tema tuvo mucho peso en la conferencia Bosch Connected World sobre IA y comercio digital que se celebró en Berlín a finales de febrero. El empresario tecnológico y dueño de Tesla y X, Elon Musk, cerró la conferencia mostrando su preocupación por el panorama energético del futuro.
Esta es la polémica advertencia con la que el empresario sudafricano respondía en la sesión de preguntas y respuestas que cerraba la conferencia «Bosch Connected World». Musk explica que la reciente demanda de componentes electrónicos y las nuevas tecnologías de Inteligencia Artificial pueden poner en jaque al ecosistema energético del futuro.
Respecto a la Inteligencia Artificial, Musk añadía: «Nunca he visto una tecnología avanzar más rápido que esto. La computación de inteligencia artificial que está online parece estar aumentando en un factor de 10 cada seis meses.
Obviamente, eso no puede continuar a un ritmo tan alto para siempre, o excederá la masa del universo, pero nunca he visto algo igual, la fiebre de los chips es mayor que cualquier fiebre del oro que haya existido jamás».
Musk también abordó la necesidad de la humanidad para conseguir transformadores de tensión.
El panorama que pintan Musk y otros expertos es inquietante. A medida que avanzamos hacia un futuro donde la tecnología y la energía están intrínsecamente ligadas, la posibilidad de una sequía de electricidad podría tener consecuencias devastadoras. La discusión ahora se centra en cómo prepararnos y adaptarnos para evitar este posible colapso mundial.