06/10/2024 02:15:00 p. m.
La Canadian Pacific 2816, conocida cariñosamente como «La Emperatriz», capturó la imaginación de miles de entusiastas del ferrocarril en su impresionante recorrido desde Canadá hasta México.
Construida en diciembre de 1930 por Montreal Locomotive Works, esta majestuosa locomotora de vapor, que sirvió durante casi 30 años como tren de pasajeros y de carga en el este de Canadá, sigue siendo un ícono de la ingeniería ferroviaria.
El épico viaje de La Emperatriz comenzó el 24 de abril en Calgary, Canadá. Tras una parada en Saskatchewan, la locomotora cruzó a Estados Unidos, haciendo escala en Dakota del Norte, Minnesota, Illinois, Iowa, Luisiana, Texas y finalmente Laredo.
En México, aunque no hizo paradas públicas, atravesó ciudades emblemáticas como Monterrey, Saltillo, San Luis Potosí, San Juan del Río y Tula, antes de llegar a su destino final en Ciudad de México el 7 de junio a las 12:00 horas.
Hoy, La Emperatriz estará exhibida en la calle Ferrocarril de Cuernavaca y avenida Río San Joaquín, en la alcaldía Miguel Hidalgo, desde las 12:00 hasta las 14:00 horas.
Durante estas dos horas, los asistentes podrán explorar el museo móvil de La Emperatriz y apreciar la belleza industrial de este ferrocarril, un verdadero representante de la edad dorada de las locomotoras.
A las 14:00 horas, La Emperatriz emprenderá su viaje de regreso a Canadá, sigue una ruta similar a la de ida. Su destino final será Winnipeg, donde se espera que llegue el sábado 6 de julio. Allí, esta locomotora de 94 años, con más de 12 millones de kilómetros recorridos, descansará hasta su próxima aventura.
Además, en Tula, un hombre se colgó de las escaleras de la máquina y avanzó varios metros antes de caer accidentalmente.
La empresa Canadian Pacific Kansas City (CPKC), propietaria del tren, ha expresado su cooperación con las autoridades para esclarecer estos hechos. Asimismo, ha reiterado la importancia de que las personas que deseen ver la locomotora en movimiento mantengan una distancia de al menos 10 metros de las vías para evitar accidentes.
La Emperatriz continúa siendo un símbolo de la historia ferroviaria, y su viaje por Norteamérica es un recordatorio de la innovación y el legado del transporte a vapor.