07/02/2024 08:34:00 p. m.
Si estás planeando visitar Mazatlán este verano y buscas una forma única y divertida de conocer la ciudad, «La Guagua» es la opción perfecta para ti; este transporte te ofrece un paseo completamente al aire libre, ideal para disfrutar del buen clima y los hermosos paisajes del puerto.
Este camioncito conocido como «La Guagua», recorre los principales atractivos turísticos de Mazatlán, proporcionando a los pasajeros una experiencia inolvidable en medio de la música y un ambiente agradable.
El recorrido parte desde el centro de la ciudad, a la altura de la Catedral, y tiene una duración aproximada de una hora con treinta minutos.
El primer viaje sale a las 10:00 de la mañana, el siguiente a las 12:00 del mediodía y el último a las 2:00 de la tarde, permitiendo a los pasajeros elegir el momento que mejor les convenga.
Los boletos tienen un costo accesible de 200 pesos para adultos y 100 pesos para niños, incluyendo una audioguía que enriquece el recorrido con interesantes datos históricos y culturales.
Para aquellos que prefieren una experiencia más personalizada, «La Guagua» también ofrece paseos privados.
Con un mínimo de 20 personas, puedes disfrutar de un recorrido exclusivo desde tu hotel en horarios flexibles entre las 10:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde.
Los precios para estos paseos privados son de 250 pesos para adultos y 125 pesos para niños con audioguía, ya si prefieres la compañía de un guía en persona el precio cambia. El costo es de 350 pesos para adultos y 175 pesos para niños.
Además, existe la opción de rentar «La Guagua» para eventos privados, garantizando un paseo cómodo y seguro con familiares y amigos.
Los precios son de 2 mil 500 pesos por hora para grupos de hasta 30 personas, 3 mil pesos para grupos de 31 a 40 personas, y 3 mil 500 pesos para grupos de 41 a 45 personas, con un anticipo de 500 pesos.
Así que ya lo sabes, haz tus planes y prepárate para una aventura inolvidable en el puerto de Mazatlán a bordo de «La Guagua», no te pierdas esta oportunidad de explorar la ciudad de una manera diferente y divertida.