07/12/2024 06:33:00 p. m.
Mazatlán, conocido por ser un destino turístico seguro y atractivo tanto para locales como visitantes, enfrenta serios desafíos en materia de seguridad en diversas colonias y sectores.
A pesar de su reputación comparativamente favorable en relación a otras entidades del país y municipios de Sinaloa, ciertas áreas de Mazatlán son particularmente conflictivas, no solo por seguridad, sino por problemas de drenaje y alumbrado público.
Entre las colonias más conflictivas se encuentran las periferias, tales como la colonia Urías, Praderas Doradas, Santa Fe, e incluso Valles del Ejido.
Estas áreas, ubicadas principalmente al sur y norte de la ciudad, son reconocidas por la frecuencia de robos y asaltos, influenciados en parte por su aislamiento y falta de vigilancia constante.
Santa Fe, localizada al sur de Mazatlán, es un punto crítico donde los asaltos a transeúntes y vehículos son comunes. A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales por mantener la zona bien iluminada, los amantes de lo ajeno constantemente vandalizan el cableado eléctrico, además la prevalencia de viviendas abandonadas en esta área también contribuye a la inseguridad.
Situada en la carretera internacional sur, rumbo a la sindicatura de Villa Unión y cercana al penal local, Santa Fe es un lugar donde frecuentemente ocurren asaltos, por ello, este tramo de carretera se ha convertido en un punto «caliente» para los delitos contra las personas que transitan por allí.
Urías, también en el sur de Mazatlán, es una de las zonas más peligrosas, no solo por los robos y asaltos, sino también por los numerosos accidentes viales que se registran en la carretera internacional que pasa por esta área.
Además, Urías enfrenta problemas recurrentes con el colapso del sistema de drenaje, lo que resulta en la presencia constante de aguas negras en las calles.
Praderas Doradas, ubicadas a la periferia de la ciudad, es otra colonia conflictiva. A pesar de los esfuerzos municipales por mejorar el alumbrado público a través de programas de reconversión, los delincuentes continúan vandalizando los sistemas eléctricos, manteniendo la zona en penumbra y propiciando un ambiente inseguro.
El constante vandalismo de infraestructura pública, como el cableado eléctrico, y el alto número de viviendas abandonadas son factores que hace que la inseguridad prevalezca en estas colonias.
Las autoridades locales enfrentan un reto considerable para mantener estas áreas seguras, aunque continúan implementando medidas para mejorar la iluminación y aumentar la vigilancia a través de la Policía Municipal.
A pesar de estos problemas, Mazatlán sigue siendo un destino turístico popular y relativamente seguro; sin embargo, la existencia de estas zonas conflictivas destaca la necesidad de un enfoque integral y continuo para abordar los problemas de seguridad y mejorar la calidad de vida de todos los residentes y visitantes de la ciudad.