07/16/2024 01:37:00 p. m.
El municipio de Ahome, Sinaloa, es conocido por una particularidad climática en la sindicatura Villa Gustavo Díaz Ordaz, mejor conocida como «El Carrizo». En esta región, las temperaturas pueden alcanzar extremos sorprendentes, con máximas de hasta 50 grados Celsius durante el verano y mínimas de -5 grados Celsius en invierno, las más bajas registradas en todo el estado de Sinaloa.
Estas condiciones climáticas extremas tienen un gran impacto en la vida de los habitantes y en la agricultura local, pues experimentan sequía en verano y heladas en invierno.
Juan Espinoza Luna, meteorólogo y doctor en Métodos Geofísicos Aplicados, atribuye este fenómeno a la geografía única de la zona y al daño medio ambiental que se ha realizado en esta zona.
Esta barrera natural impide que el frío se extienda hacia el sur, concentrando las bajas temperaturas en El Carrizo y protegiendo a la ciudad de Los Mochis de los extremos invernales.
Sin embargo, este microclima no solo provoca temperaturas frías. En verano, la región también se convierte en una de las más calientes de Sinaloa, alcanzando cerca de los 50 grados Celsius. Según Espinoza Luna, estas altas temperaturas se ven exacerbadas por prácticas agrícolas locales, específicamente la quema de soca.
Los estudios realizados en los suelos del Valle del Carrizo han demostrado que estas quemas contribuyen a la sequía extrema que enfrenta la región. Al incrementar la temperatura del suelo, la quema de soca impide que el aire frío desciende y genere lluvias, incrementando la sequía.
Juan Espinoza Luna destacó que la alteración del relieve del suelo debido a estas prácticas ha resultado en cambios drásticos de temperatura y en una sequía extrema.
El Carrizo en cada estación del año enfrenta desafíos debido a su clima extremo. Durante el invierno, las bajas temperaturas pueden causar heladas que afectan tanto a los cultivos como a la vida diaria de los habitantes. En verano, el calor intenso representa un riesgo para la salud y el bienestar de la población. Además, la sequía extrema agrava estos problemas, dificultando la producción agrícola y el acceso al agua.
Los habitantes de El Carrizo continúan adaptándose a las condiciones extremas de su entorno. La comprensión del microclima único de la región y la implementación de prácticas agrícolas más sostenibles podrían ayudar a mitigar algunos de los efectos negativos de estas temperaturas extremas.