07/23/2024 02:15:00 p. m.
En un evento sin precedentes, un demonio de Tasmania nació en el continente australiano por primera vez en tres milenios, marca un avance crucial para la conservación de esta emblemática especie. Este suceso es un triunfo significativo en los esfuerzos para restaurar y preservar la biodiversidad de la región.
La desaparición del demonio de Tasmania de la Australia continental se debió a una combinación de factores devastadores. La llegada de los dingos, perros salvajes no nativos de Australia, fue el primer gran impacto.
Estos depredadores eficientes compitieron con los demonios de Tasmania por alimentos y territorio, empujándolos al borde de la extinción en el continente.
Además, la especie fue severamente afectada por la Enfermedad del Tumor Facial del Diablo (DFTD), un cáncer contagioso que causó una mortalidad masiva, eliminando aproximadamente el 90% de la población salvaje. La caza indiscriminada por parte de los humanos también contribuyó significativamente a su desaparición.
A pesar de estos retos, los demonios de Tasmania lograron sobrevivir en la isla de Tasmania, un refugio natural donde los dingos no habían llegado. Sin embargo, la situación seguía siendo precaria.
La organización Aussie Ark, anteriormente conocida como Devil Ark, se fundó hace una década con el propósito de proteger y preservar al demonio de Tasmania. Recientemente, sus esfuerzos han dado frutos al celebrarse el nacimiento de las primeras crías en libertad en la Australia continental en más de 3,000 años.
El año pasado, en una colaboración con las iniciativas Rey Wild Ark, Aussie Ark liberó a 11 demonios de Tasmania en la naturaleza. Esta reintroducción simboliza no solo una esperanza de recuperación para la especie, sino también un impacto positivo significativo en el ecosistema australiano.
Como los marsupiales carnívoros más grandes del mundo, los demonios de Tasmania juegan un papel crucial en el control de especies invasoras como los gatos salvajes y los zorros, que representan una amenaza considerable para otras especies endémicas y en peligro de extinción en Australia.
Este histórico renacimiento no solo celebra la resiliencia de los demonios de Tasmania, sino también la dedicación y el esfuerzo incansable de los conservacionistas comprometidos con la preservación de la biodiversidad de Australia.