08/03/2024 11:05:00 a. m.
El cambio climático está dando cada vez más señales de que la cosa va en serio y la muestra son las repentinas tormentas de rápida formación y tempestades que se registran en algunas zonas de Sinaloa, lluvias y vientos no vistas en años y que se forman en el cielo en cuestión de minutos.
El término celda de tormenta o tormentas de rápida formación ya es muy común de unos tres años a la fecha, porque el clima cambia en un dos por tres, que pasa de una tarde soleada y sofocada, a una tempestad en cuestión de minutos, sorprendiendo a los meteorólogos y especialistas del tiempo.
En Culiacán, la tarde del viernes 2 de agosto un fenómeno de esta naturaleza sorprendió a todos, y es que en cuestión de minutos el cielo oscureció, cayó granizo acompañado por una intensa lluvia y vientos que provocó serias inundaciones, tumbó árboles y demás, parecía como un ciclón.
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Este tipo de tormentas, que se forman de la nada y que bajan de las zonas serranas a la costa o valles de Sinaloa, no dejan de sorprender, ya que cada vez causan más daños y asombro por la fuerza con la que azotan en las ciudades.
Estas tormentas están conformadas por vientos muy fuertes, huracanados podría decirse, además de lluvias muy intensas, que pueden durar unos cuantos minutos pero que dejarán siempre daños considerables en las zonas que azotan repentinamente.
Una tormenta consiste en un enjambre de nubes convectivas, más que en un solo cumulonimbus.
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La nube individual, en ese aglomerado, se conoce como célula tormentosa. Cada célula se comporta como una unidad de circulación convectiva y atraviesa su propio ciclo independientemente de las células adyacentes.