08/12/2024 05:58:00 p. m.
Si alguna vez ha viajado por carretera y se ha encontrado con torres de alta tensión, es probable que haya notado grandes esferas rojas, naranjas o plateadas colocadas en los cables. Estos objetos, que a menudo capturan la atención de los curiosos, no están ahí por casualidad. Se trata de esferas marcadoras de visibilidad, y cumplen una función crucial en la seguridad aérea.
Estas esferas, que pueden parecer pequeñas desde la distancia, son en realidad de tamaño considerable. Tienen un diámetro que oscila entre los 60 y 90 cm, están hechas de fibra de vidrio, y son huecas por dentro. A pesar de su apariencia ligera, cada una de estas esferas puede pesar hasta 8 kilogramos. Los materiales con los que están fabricadas son elegidos cuidadosamente para cumplir con ciertos requisitos: deben ser livianas, duraderas, no decolorarse con el sol, no acumular humedad y, lo más importante, ser aislantes.
Las esferas marcadoras de visibilidad se colocan en los cables de alta tensión para hacerlos más visibles, especialmente para los pilotos de aeronaves. Cuando un helicóptero o un avión pequeño vuela bajo, por ejemplo, al atravesar pasos de montaña o seguir el curso de una autopista, los cables de alta tensión pueden volverse prácticamente invisibles contra el paisaje, lo que representa un riesgo significativo.
Estas esferas actúan como una señal visual, alertando a los pilotos sobre la presencia de cables de alta tensión y permitiéndoles maniobrar de manera segura. Su ubicación no es aleatoria; suelen colocarse en áreas donde el riesgo de colisión es mayor, como cerca de aeropuertos, sobre valles profundos, o en pasos de montaña.
Además de proteger a las aeronaves y a sus tripulaciones, estas esferas también ayudan a preservar la infraestructura eléctrica. Un accidente con un cable de alta tensión no solo podría ser fatal, sino que también podría causar daños costosos y peligrosos en la red eléctrica.
Así que la próxima vez que vea una de estas esferas en su viaje, recuerde que no son solo un adorno en el paisaje. Son una medida de seguridad vital que ayuda a proteger tanto a las personas en el aire como a las instalaciones críticas en tierra.