08/19/2024 05:29:00 p. m.
La viruela del mono, también conocida como Mpox, ha sido declarada una emergencia sanitaria mundial debido a su rápida propagación y los síntomas característicos que provoca. Entre estos, las erupciones cutáneas, comúnmente llamadas "granos", son uno de los signos más distintivos de la enfermedad, que evoluciona a lo largo de varias etapas hasta convertirse en costras.
La Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (FACME) ha publicado una guía detallada que describe cómo se presentan y evolucionan estos "granos", proporcionando imágenes que sirven como referencia tanto para médicos como para pacientes.
El primer indicio de la viruela del mono suele aparecer como una mancha cutánea de color rosáceo. Estas manchas, que inicialmente pueden surgir en la boca y la cara, tienen la capacidad de extenderse a otras partes del cuerpo, incluyendo las palmas de las manos y las plantas de los pies. Las lesiones también pueden afectar las mucosas y la conjuntiva.
Las erupciones pueden ser únicas o poco numerosas, pero a menudo están agrupadas en zonas específicas, como alrededor de la boca o los genitales, y suelen estar rodeadas de eritema (enrojecimiento de la piel).
Según la guía de FACME, las lesiones evolucionan rápidamente de máculas a costras en un período de tres a cinco días. Durante dos a cuatro semanas, las lesiones pasan por estas fases en brotes que se desarrollan en uno o dos días. Es común que, debido a la aparición de brotes sucesivos, se puedan observar lesiones en diferentes estadios en distintas partes del cuerpo. En la mayoría de los casos, el cuadro clínico se resuelve en un plazo de 2 a 5 semanas desde el inicio de los síntomas.
El informe también menciona que el periodo de incubación del virus es de 6 a 13 días, pudiendo extenderse hasta 21 días. El diagnóstico es más probable si la persona ha estado en contacto con un caso confirmado. Además de las erupciones cutáneas, otros síntomas asociados con la viruela del mono incluyen:
La aparición y evolución de los "granos" causados por la viruela del mono son clave para el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, subrayando la importancia de un monitoreo constante y una atención médica oportuna.