08/21/2024 07:21:00 p. m.
José Anatolio Orduño Heredia, de 41 años, vecino del fraccionamiento El Chamizal en Los Mochis, quien la noche del pasado domingo 18 de agosto fue encontrado asesinado con extrema violencia en un lote baldío del fraccionamiento Álamos Country, era un profesionista reconocido por su dedicación y compromiso en su labor, pese a ser discapacitado visual.
Hace 12 años, una infección ocular dejó a José Anatolio ciego. Sin embargo, esta discapacidad no lo detuvo en su trayectoria profesional.
Era economista y laboraba en el Servicio Nacional del Empleo en la zona norte de Sinaloa, donde, según César René Gálvez Fierro, coordinador de dicha institución, Orduño Heredia logró cambiar paradigmas y establecer un precedente en la inclusión laboral de grupos vulnerables.
A pesar de su ceguera, José Anatolio continuó desempeñándose en su trabajo, adaptando sus funciones para poder seguir contribuyendo a la sociedad.
César René Gálvez Fierro destacó que, tras perder la vista, se le asignaron nuevas tareas que le permitieron abrir caminos y beneficiar a personas con diversas discapacidades, como la motriz y la visual, entre otras que enfrentan dificultades para acceder a un empleo.
Uno de los grandes proyectos que José Anatolio tenía en puerta era la creación de un programa que ofrecería incentivos fiscales a las empresas que implementaran políticas públicas para la contratación de personas con discapacidad.
Este proyecto, que buscaba incentivar la inclusión laboral de personas con diversas discapacidades, era solo una de las tantas iniciativas que impulsaba en su afán por mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables.
Según el coordinador del Servicio Nacional del Empleo en el norte de Sinaloa, José Anatolio no solo se centró en las personas con discapacidad, sino que también extendió su trabajo a otros grupos vulnerables, como la población indígena, los preliberados que salen de los penales, las personas desplazadas por la violencia, y aquellos en proceso de rehabilitación en centros de rehabilitación en Los Mochis.
Su objetivo era desarrollar alternativas que permitieran a estos grupos integrarse a la sociedad a través del trabajo.
Gracias a su dedicación, la oficina del Servicio Nacional del Empleo en Los Mochis logró ser en una de las más exitosas del país en términos de inclusión laboral.
Las estadísticas reflejan que, gracias a su esfuerzo, 66 personas con discapacidad lograron obtener un empleo formal en diversas empresas de Ahome, una cifra que, aunque pueda parecer pequeña, es un logro histórico para la región.
José Anatolio era conocido por su amabilidad y la atención que brindaba a los usuarios y grupos vulnerables. Siempre buscaba oportunidades para quienes necesitaban un espacio para trabajar y desarrollarse.
Quienes lo conocieron lo describen como una persona excepcional, comprometida con la lucha por mejorar la vida de las clases más desfavorecidas del municipio.
César René Gálvez Fierro lo recuerda como un luchador incansable por los derechos de los más necesitados.
Quienes lo conocían expresan indignación, sobre todo por la forma en que le arrebataron la vida, pues a pesar de su discapacidad visual, José Anatolio siempre se mostró como un hombre responsable y dedicado, lo que hace aún más trágico su brutal asesinato.
Hasta el momento, las autoridades no han logrado detener al responsable del asesinato, aunque se rumorea que ya han identificado al presunto culpable.
Sin embargo, este aún no ha sido localizado y se teme que haya huido de la ciudad, a pesar de la valiosa información que la familia de José Anatolio proporcionó antes de que su cuerpo fuera encontrado.